- ENLACE LA TRIBUNA DE TOLEDO 11/03/2019
Sr. Director de de La Tribuna de Toledo.
Muy señor nuestro:
Atendiendo al derecho de réplica, queremos hacerle llegar
nuestro parecer sobre el artículo publicado en su periódico el pasado lunes 11
de marzo, así como defendernos de la campaña de descrédito que sufrimos los
miembros del Movimiento Queremos Saber la Verdad del Puy du Fou desde que
empezamos a poner en cuestión el parque temático. Situación que se ha
recrudecido tras la interposición del recurso contencioso-administrativo contra
la aprobación por parte del Gobierno de Castilla-La Mancha del Proyecto de Singular
Interés (PSI) Puy du Fou en Toledo y de la que ese medio es destacado
referente.
Desde entonces, quienes dicen defender el proyecto, lejos de
debatir sobre los motivos por los que está siendo cuestionado en los
Tribunales, así como responder a las irregularidades que se han producido en la
tramitación del expediente y en la obra, se centran en deslegitimar a los
denunciantes llegando al ensañamiento con las personas que quieren saber la
verdad del Puy du Fou. Se trata de una táctica antigua y conocida: “Si no
puedes atacar el mensaje, ataca al mensajero”.
El propio portavoz del gobierno regional, Ignacio Hernando,
abanderó la ofensiva el pasado 24 de enero al declarar en rueda de prensa que
esperaba “que poco a poco vayamos conociendo la verdad sobre esta plataforma.
De lo que yo conozco, me asusta”. El 17 de febrero, tras la admisión a trámite
del recurso, Emiliano García Page lanzaba un aviso a navegantes: “Hay que
exigir responsabilidades a los profesionales de los pleitos que se pasan el día
recurriendo proyectos”. A la campaña se sumaron la patronal, a través del
Secretario General de Fedeto, Manuel Madruga, que exigió “responsabilidades
para quien pueda utilizar la justicia simplemente para ralentizar este tipo de
procedimiento”, o de la agrupación «Nos gusta Puy du Fou en Toledo», cuyo
portavoz Jesús Carrobles llegó a desear que “el juez que le toque el caso tenga
la cabeza en su sitio y sepa ver esta oportunidad tan grande para Toledo”.
Como se puede observar, no solo se critica que varias organizaciones
soliciten la tutela de los tribunales para que éstos diriman las más que
razonables dudas sobre si una obra faraónica a la que se presta ayuda de dinero
público ha cumplido con la normativa y la legislación vigentes; es que, además,
se pide la limitación de un derecho fundamental recogido en el artículo 24 de
la Constitución (esa que muchos dicen defender cuando se habla de otros
territorios, pero que tanto les cuesta respetar cuando se aplica en su
entorno). Incluso, yendo más allá, se lanzan avisos a los jueces.
En este contexto lleno de posverdad, inaudito para alguien
que crea en la democracia, La Tribuna de Toledo publicó el pasado lunes un
artículo a doble página, y que se reproduce también en la versión digital, bajo
el título “La verdad de los que quieren saber la verdad” firmado por las
iniciales FJR y JS. Del análisis de este artículo se desprenden tres objetivos
básicos. Primero, dulcificar la ideología de extrema derecha del fundador del
Puy du Fou, Philippe de Villiers. Segundo, intentar hacer creer que el recurso
tiene sesgos ideológicos, obviando descaradamente los argumentos jurídicos que
lo sostienen y que serán objeto de debate en los tribunales. Y tercero,
intentar desacreditar a las personas que representan al Movimiento y a las
cinco entidades que han suscrito el recurso, bien sea buscando vinculaciones
con organizaciones de izquierdas o bien sea haciendo insinuaciones capciosas y
con datos falsos respecto de su trabajo profesional. Todo ello con una buena
dosis de incorrecciones, juicios de valor o falsedades, indignas incluso de un
periodista amateur.
El Movimiento siempre se ha mostrado abierto a la opinión y
participación de todo el mundo dentro del mismo. De las primeras acciones que
muestran esa pluralidad destacaremos dos: un acto público al que acudieron todo
tipo de personas, vinculables a muy diversas entidades, y una ronda de
reuniones con representantes de partidos políticos, sindicatos y otras
organizaciones. Los representantes del Movimiento dialogamos – y así está
publicado – con el PP, con Ciudadanos, con Podemos, con UGT o con CCOO, por
poner algún ejemplo. Solo rechazaron atender nuestras solicitudes de entrevista
el PSOE y las instituciones que dirige – gobierno regional y ayuntamiento –, y
alguna asociación gremial.
Tras estas acciones se fue perfilando el Movimiento sobre la
base de una composición variada, sobre todo en lo social, lo ambiental, lo
técnico y en lo científico. Como es lógico, cada componente tiene su historia y
su bagaje, y a nadie se le pide que renuncie a ello. Pero resulta gratificante
que en el Movimiento se hayan aunado intereses y personas que siempre han
intentado defender lo público, el bienestar de la vecindad toledana, el
medioambiente y el paisaje, el agua y, en última instancia, una legalidad y una
ética que parecen estar siendo violentadas por el proyecto Puy du Fou.
Como quiera que le dedican un espacio muy particular en su
artículo a uno de nuestros portavoces, nos preguntamos qué problema hay en
ganarse la vida en una consultora medioambiental, y qué hay de malo en valorar
como positivos dos proyectos de energía limpia en los que se producía una
verdadera mejora para el medioambiente. Si nos hubieran preguntado, a estas
horas sabrían que los proyectos a los que aluden en su publicación son lo que
técnicamente se denominan “repotenciaciones”, no son proyectos de nueva
instalación, y de lo que se trataba era de aumentar la producción eólica a la
par que se minoraba el impacto reduciendo el número de aerogeneradores. Sumando
los dos proyectos que citan, se pasaba de 50 a 11 aerogeneradores en dos
instalaciones que ya funcionaban desde décadas atrás dentro de las zonas
protegidas en las que se asentaban.
Con respecto a la filiación de extrema derecha del fundador
del parque, Philippe de Villiers, no compartimos la versión edulcorada que
ofrece su periódico, y les invitamos a que lean la edición de Le Monde del
10/4/ 2017, donde se describe cómo “su corazón late por la familia Le Pen”; sus
propias declaraciones xenófobas, recogidas por el diario Libération el
13/11/2016; o el retrato que hacía de él el diario español El Mundo en 2007, y
que lo situaba en la “extrema derecha moderada”. No en vano, el libro
L’extrême-droite en France. De Maurras à Le Pen, de la politóloga francesa Ariane
Chebel d'Appollonia, dedica una sección entera a este personaje (a partir de la
p. 395).
En todo caso, más que la ideología de este señor, lo
importante es que nuestra posición respecto del parque temático está basada en
38 alegaciones bien fundamentadas en cuestiones medioambientales, sociales,
económicas y culturales, y que éstas no han sido atendidas ni por la empresa ni
por las administraciones. Pedimos la transparencia que es exigible en un
proyecto tan costoso para las arcas públicas y el medioambiente como es el Puy
du Fou.
La virulencia de algunos sectores privilegiados de la
sociedad toledana ante las críticas al proyecto parece revelar dos cosas: la
primera, que hay grandes intereses en juego, y que, como suele ocurrir en estos
casos, no son precisamente los de la ciudadanía de a pie. La segunda, que la
solidez de las alegaciones al proyecto a su irregular tramitación hace
imposible contestarlas con hechos y razones, por lo que se ataca al Movimiento
y a quienes lo representan con una mezcla de insinuaciones de carácter
ideológico e infundios sobre la trayectoria de sus miembros. Es un proceder
indigno de unas autoridades que deberían defender los intereses de la mayoría y
de un medio de comunicación que se supone ha de ser serio e independiente.
El nulo rigor del relato y la tendenciosidad de los
argumentos del artículo que han publicado, Sr. Director, quedará en los anales
de la prensa toledana.
En Toledo a 13 de marzo de 2019
Y en nombre propio, Miguel Ángel Hernández, José Luis Calvo,
Francisco Arce, Gustavo Fabra, José Antonio Peñaranda.
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