"La primera vez que vi detalladamente un bando de abejarucos
fue con unos prismáticos prestados (creo que eran de esos clásicos
rusos) hace tiempo, cuando preparaba la visita de los
eurodiputados al Río Tajo. Las vistosas aves volaban a posarse en unos cables
telefónicos en los regadíos de Talavera,
traían júbilo al mirarles. Es de esos recuerdos que se quedan grabados
en la mente, de esos que llevaré conmigo.
Sin embargo, en el
último mes se ha desatado la guerra de apicultores hacia este ave, ha comenzado
en Extremadura, pero ha invadido a todo el sector en la península, incluida
Castilla-La Mancha, y realmente no es
para menos.
Abejarucos (Merops apiaster) [Foto: Dûrzan cîrano] |
Las colmenas sufren cada vez de forma más intensa el acoso
de estos hermosos pájaros. El motivo es fácil de comprender, cada vez hay menos
insectos en nuestro campo, como resultado de fumigaciones en los cultivos
intensivos y ese descenso de insectos, hace que nuestras colmenas sean despensa
cómoda y fácil para los abejarucos. El
abejaruco, al igual que el resto de animales insectívoros está en retroceso,
tienen menos comida, por tanto se da una reducción de individuos.