Cerrar el Tajo-Segura
Es el objetivo. O debería serlo. Algunos lo tenemos claro
desde hace décadas, y luchamos y trabajamos para ello. Otros lo van viendo ya,
ahí está el informe que Greenpeace presentó ayer. El trasvase Tajo-Segura y su
inaceptable gestión por parte de los distintos gobiernos nacionales que se han
ido turnando desde la restauración democrática, es el responsable de la
situación del Tajo, desde los embalses de cabecera hasta Talavera de la Reina.
Y es el responsable indirecto de la gestión de los afluentes que abastecen a
Madrid, de la inexistencia de caudales ecológicos y de un régimen mínimamente
parecido al natural. El trasvase y sus condicionantes son los responsables de
que el Tajo sea el río peor conservado y gestionado de la Unión Europea.
Miguel Ángel Sánchez [Foto archivo] |
El trasvase no es necesario en la cuenca del Segura. Allí lo
que hace falta es reorganizar recursos, priorizar demandas y ajustar el
territorio a una carga admisible, es decir, dejar de una vez de roturar
desiertos, crear de la nada decenas de miles de hectáreas ilegales de regadío,
poner coto al urbanismo depredador de recursos -ahí está el Mar Menor como otro
ejemplo de esa gestión-, y planificar y disponer acorde con los recursos
reales. Lo que se hace en cualquier otro territorio. El trasvase no es
necesario para mantener el volumen de negocio de la economía murciana. Así lo
dicen las macrocifras, que curiosamente ni se inmutan cuando no se trasvasa
agua, e incluso aumentan los beneficios. El trasvase es un instrumento obsoleto
que ha demostrado que sólo beneficia a un lobby muy concreto, pero que se ha
convertido en un instrumento político de primera magnitud. Se pagan informes y
estudios que siempre dicen que sobra agua en el Tajo, se mantienen fundaciones
y opinadores, se engrasa la opinión pública; y lo que es más importante, se
obtiene y ejerce una capacidad de presión muy importante en Madrid y en
Bruselas. Cerrar el Tajo-Segura sería democratizar el acceso al agua en la
cuenca del Segura, algo que no interesa. Ni política, ni social, ni
económicamente a quienes manejan los hilos.