Foto Evedeport - Salida de la 5ª Legua Solidaria de Illescas (10/11/2019)
La normativa vigente es la más dura existente en España. ¿Alguien puede ofrecer una explicación sanitaria?
Van pasando los meses y son muchos trabajadores que siguen sin poder ejercer su actividad desde el mes de marzo, algunos de ellos con serias dificultades para dar de comer a sus hijos. Según los datos publicados recientemente en la revista Sport Life “el deporte corre el riesgo serio de ver cómo sus estructuras se tambalean. Una industria la deportiva que aporta el 3,3% del PIB español y genera 414.000 puestos de trabajo. Por cada millón de euros que la industria factura en España, genera 12,4 empleos absolutos, un 30% más que la media del resto de sectores en nuestro país. Además, el sector tiene un impacto indirecto de más de 16.432 millones de euros. Se estima que los agentes de su ecosistema en España sufran unas pérdidas del 38.5% de su cifra de negocio en el ejercicio 2020, lo que implicaría una reducción de entre 31.000 y 42.000 puestos de trabajo”.
¿Por qué el deporte está siendo tan maltratado? ¿Por qué en Castilla-La Mancha las medidas son las más duras de España con el deporte no federado? Según la normativa vigente en la citada comunidad autónoma, solo se podrían juntar seis personas para realizar deporte no federado al aire libre en grupo, menos incluso de las que pueden reunirse en Nochebuena o Nochevieja para cenar, que serán diez en espacios cerrados y, dado el frío que hará, en la mayor parte de los casos la ventilación brillará por su ausencia.
Lo cierto es que entendemos la impotencia de los organizadores de carreras populares en Castilla-La Mancha cuando observan que ayuntamientos de muchos lugares de España apuestan por el deporte bien organizado y con todas las medidas de seguridad oportunas como una de las soluciones contra esta crisis sanitaria y económica que nos asola. ¿Por qué pueden correr 3.000 personas en Barcelona o 600 en Madrid y no en Castilla-La Mancha? Por favor, que alguien ofrezca una explicación sanitaria al respecto, cuando el deporte al aire libre es seguro, como ya demostró el reciente estudio (1) realizado por la Japan Association of Athletics Federation en el que se analizaba a 685.000 participantes en 787 carreras y solo una persona de esas casi 700.000 dio positivo en las dos semanas posteriores a los eventos, y ni siquiera se sabe si ese individuo pudo contagiarse en un bar, en un supermercado, en un cine o en un teatro.
Nadie pide que regresen ya las carreras de 40.000 personas, no tendría sentido, pero sí que podrían volver a celebrarse, cumpliendo todos los protocolos de seguridad necesarios, aquellas de 500, 600, 700 o hasta 1.000 participantes. Al aire libre, con mascarilla en salida y meta, con salidas por oleadas, con toma de temperatura a los participantes… ¿Cuál es el problema? Los científicos ya han demostrado que el peligro extremo se encuentra en los espacios cerrados y sin ventilar (un vagón de metro, un avión, un tren, un restaurante, un bar, una tienda…). ¿Por qué se criminaliza a los organizadores de eventos deportivos al aire libre en esta época en la que casi 5.000 personas disfrutan de un concierto en un recinto cerrado como el WiZink Center de Madrid?
Los hosteleros están sufriendo muchísimo, pero cada cierto tiempo las medidas se han relajado y han podido facturar algo para tratar de sacar adelante a sus familias. Han podido abrir sus restaurantes, bares y cafeterías, lugares en los que sí que hay un peligro real de contagio, mientras que los organizadores de carreras populares esperan que llegue su momento. Para muchos será demasiado tarde, ya que tendrán que echar el cierre si las medidas no se relajan.
El deporte es fuente de salud y muchas personas, para practicar deporte, necesitan de la motivación de esas tradicionales carreras populares para las que se preparan con ilusión mientras mejoran su sistema inmunitario, algo que les protegerá mejor ante cualquier tipo de enfermedad. Necesitamos una sociedad en la que la actividad física saludable sea el eje central de la misma. No es justo que los estancos hayan permanecido abiertos desde el inicio de la pandemia mientras se prohibía correr por las calles, no es de recibo que mientras cientos de miles de jóvenes se emborrachan en los bares no dispongan de una alternativa saludable en forma de carreras populares a las que engancharse y adquirir hábitos beneficiosos para su salud.
Por favor, señores dirigentes, tengan la valentía de permitir las carreras populares. Con ello no perjudicarán la salud de sus ciudadanos sino que les regalarán la oportunidad de ser unas personas más sanas y felices. Y, por el camino, habrán hecho JUSTICIA.
- FUENTE
(1) El 9 de noviembre en su sitio web, la JAAF publicó los resultados de un informe de investigación que analiza 787 carreras y competiciones de pista en todo el país celebradas durante el período comprendido entre el 1 de julio, cuando las competencias se reanudaron después de meses de cancelaciones y aplazamientos en los primeros días de la crisis del coronavirus. hasta el 4 de octubre. El informe documentó solo un caso de alguien que estuvo involucrado en una de las carreras que contrajo COVID-19 en las dos semanas posteriores al evento al que asistió.
El estudio encuestó a 53 organizaciones, incluida la JAAF y los órganos rectores de la liga corporativa y colegiada. Hasta el 6 de noviembre, 47 de los grupos habían respondido. Un total de 571,401 atletas y 98,035 oficiales y personal participaron en las 787 carreras cubiertas por la encuesta. 529 de esos eventos se llevaron a cabo sin espectadores, y las pautas de la JAAF especifican medidas de seguridad, como ceremonias de apertura simplificadas y personal de carrera con máscaras y gafas protectoras al ayudar a los atletas con dificultades.