30 de julio de 2014

Carreras Nocturnas por Carlos Martín-Fuertes

Salida de la 2ª Nocturna de Tembleque 2013

Todos sabemos que nuestra provincia es una pequeña potencia en el atletismo y más concretamente en el apartado de carreras, sobre todo, en populares, de fondo, maratones, etc. Prueba de ello es la cantidad de atletas internacionales en sus distintas categorías y edades que ha dado y los que aún saldrán, si Dios quiere  a poco que las instituciones ayuden y fomenten la afición en los menores.

Ello viene un poco a cuento porque repasando el calendario para escribir sobre las carreras que se celebrarán en agosto en nuestra provincia, he visto que a las de Mazarambroz, Gálvez y Tembleque este año se suman otras en La Guardia y Villacañas. Pero lo novedoso es que hablo de carreras nocturnas que se inician alrededor de las 22 horas. Alguna como la de Gálvez este año la patrocina la Diputación y la han incluido en el Circuito Provincial. En esta, en las bases se especifica que los atletas deberán llevar una linterna frontal.

De modo que dentro de poco me imagino que este horario se pone de moda y los atletas deben tener en su mochila de objetos una linterna que no podrá ser muy mala, pues será una herramienta de trabajo y conviene que sea eficaz para ver bien por dónde se corre. Ciertamente los aficionados a este tipo de competiciones estamos presenciando una constante evolución en los modos, distancias y horarios. Hace unos años correr una maratón era una heroicidad; después vino el duatlón, triatlón, maratón de montaña, los 100 kilómetros y lo que nos queda por ver.

Lo del “running” -yo prefiero emplear correr a pie-, se ha impuesto en nuestra sociedad y mueve “pelas” por doquier. Calzado, ropas, aparatos para medir las pulsaciones, distancia, calorías, etc. Hace una década llevábamos un reloj aparatoso con muchas funciones, otro aparato en el brazo y otro en el pie; hoy verán ustedes a la mayoría que llevan uno  solo adaptado  a un brazo que les informa al detalle de cómo van. Vamos que con chismes de estos ya tenemos medio entrenador casi. No cabe duda de que la carrera a pie se ha expandido en todo el mundo y si hace tres o cuatro décadas nos paraba algún samaritano cuando entrenábamos lloviendo, sobre todo en las zonas rurales, y te decía “suba al coche”, hoy no se molestan ni dicen para sus adentros “vaya un tonto este mojándose” porque lo ven a diario. Y por supuesto, mujeres también. Los cambios han sido ostensibles y rápidos.

Carlos Martín-Fuertes