"La primera vez que vi detalladamente un bando de abejarucos
fue con unos prismáticos prestados (creo que eran de esos clásicos
rusos) hace tiempo, cuando preparaba la visita de los
eurodiputados al Río Tajo. Las vistosas aves volaban a posarse en unos cables
telefónicos en los regadíos de Talavera,
traían júbilo al mirarles. Es de esos recuerdos que se quedan grabados
en la mente, de esos que llevaré conmigo.
Sin embargo, en el
último mes se ha desatado la guerra de apicultores hacia este ave, ha comenzado
en Extremadura, pero ha invadido a todo el sector en la península, incluida
Castilla-La Mancha, y realmente no es
para menos.
Abejarucos (Merops apiaster) [Foto: Dûrzan cîrano] |
Las colmenas sufren cada vez de forma más intensa el acoso
de estos hermosos pájaros. El motivo es fácil de comprender, cada vez hay menos
insectos en nuestro campo, como resultado de fumigaciones en los cultivos
intensivos y ese descenso de insectos, hace que nuestras colmenas sean despensa
cómoda y fácil para los abejarucos. El
abejaruco, al igual que el resto de animales insectívoros está en retroceso,
tienen menos comida, por tanto se da una reducción de individuos.
El daño que hace merops apiaster, no viene dado por el nº de
abejas que se comen, como dicen algunos estudios ornitológicos, aunque el daño es mayor si alguna de ellas es
una reina. El verdadero peligro viene dado porque el asedio continuado al que
someten las colmenas, hace que las abejas no salgan a ventilar, ni a por agua, ni a vuelos necesarios para la
higiene de la colmena.
De las sensaciones más tristes que puede vivir un apicultor
es abrir una colmena y ver los cuadros fundidos y sus abejas atrapadas. Es
asistir de testigo a la caída de una sociedad completa.
Abeja (Apis mellifera) [Foto: Ivar Leidus] |
La otra cara del abejaruco la viven otros ganaderos,
especialmente los dedicados al ganado ovino. Entre los muchos insectos de los
que el abejaruco se alimenta, están los dípteros parásitos, que son un mal en sí mismo y también son
vectores de multitud de microorganismos. La mosca oestrus ovis es uno de ellos
y plato gustoso para el abejaruco. Esta mosca se coloca en los morros de las
ovejas, poniendo huevos de los que salen larvas que se arrastran hacia el
cerebro del animal por las fosas nasales,
provocando la falsa modorra, una enfermedad que afecta al sistema
nervioso central de los óvidos.
No es el único caso de beneficio para el sector ganadero, ya
que el abejaruco se alimenta también de la mariposa de la procesionaria, la blanquita de la col, o la Otrahipoderma
bovis o mosca de los barros, responsable de estropear el cuero de los animales.
Bolsón de procesionaria (Thaumetopoea pityocampa) [Foto: Juan Carlos Vivancos] |
Deberíamos de tener en cuenta que ha pasado en nuestro país
cuando otros animales protegidos suponían una presión a algún tipo de
ganadería. Hablo de animales como el lobo o el oso pardo, animales que la
sociedad entiende que son un valor fundamental a conservar, pero no permite que
los daños que estos ocasionan recaigan únicamente en un sector ganadero que
cada vez tiene más complicada la subsistencia en este mundo globalizado.
En la actualidad el abejaruco no puede ni siquiera ser
espantado, y mucho menos darle caza, ya que está incluida en el Listado de
Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial. Extremadura presionada
por el sector apícola en esta región, recientemente está cambiando esto,
permitiendo teóricamente sólo que sean espantados.
En general las administraciones no ponen esfuerzos en
solucionar este problema entre animales amenazados y ganaderos. Va a resultar
que el tamaño del ganado y del animal protegido importa. No es ese el único problema que encaran los
apicultores, los pesticidas, las importaciones de miel de países
extracomunitarios, la varroa y otras enfermedades..... Problemas que encara el sector apícola en
solitario, encuadrado en el sector ganadero, cuando la apicultura no es una
ganadería al uso, encontrándose más
cerca del medio ambiente.
Colmena de abejas |
Nuestra sociedad, al igual que las administraciones olvida
lo pequeño, sin darse cuenta de que esas “minucias” son esenciales, porque son
fuente de vida. El principal trabajo que realizan nuestras colmenas es un bien
a terceros, ya que son las responsables del 80% de la polinización en nuestro
campo, en un momento en que el resto de insectos polinizadores están en franco
retroceso. Recuérdenlo la próxima
primavera al salir al campo y ver miles de flores de colores.
Nada mejoramos si nada aprendemos".
Rosa Eugenia Prieto
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