El gobierno de Castilla-La Mancha impulsa en Toledo un parque de ocio promovido por una empresa francesa. El complejo vulnera varias normativas de protección del suelo y de los recursos naturales. El proyecto se ha blindado declarándolo de interés regional como se hizo con el aeropuerto de Ciudad Real.
José Miguel Aparicio y Miguel Ángel Hernández. Ecologistas en Acción de Toledo. Revista Ecologista nº 97.
Un grupo empresarial francés proyecta construir en Toledo, ciudad Patrimonio de la Humanidad, una versión del parque temático Puy du Fou. Para ello, pretende ocupar 159 hectáreas en uno de los parajes de mayor valor ecológico del término municipal de Toledo, catalogado como suelo rústico no urbanizable de protección paisajística, forestal y ambiental. Clasificación que se mantendría a pesar de que el último POM fue anulado por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (C-LM).
El complejo de ocio se quiere implantar en el Valle del Guajaraz, en una zona de montes, dehesas y cultivos de gran importancia natural, como ha destacado un grupo de expertos de la Real Sociedad Geográfica en un manifiesto contrario al proyecto. Es zona de nidificación del águila imperial ibérica y del águila perdicera y, recientemente, ha llegado hasta aquí el lince, que se está reintroduciendo desde la cabecera del mismo valle.
El Gobierno manchego apoya el proyecto del grupo francés. Se prevén subvenciones, una inversión pública directa de cinco millones de euros y proporcionar permisos para construir en uno de los espacios naturales mejor conservados del término municipal de Toledo. Las cifras son mareantes. Casi 160 hectáreas de superficie, 90.000 m² de edificaciones, una afluencia prevista en 2028 de dos millones de personas al año, un parking de 14 hectáreas para casi 4.000 vehículos y escenarios históricos y mercadillos repartidos por toda la finca, además de un gran estanque y un graderío de 6.000 plazas con torres de 20 metros de alto para la principal atracción del Puy du Fou: un espectáculo nocturno que incluye fuegos artificiales proyectados a 120 metros de altura.
Un parque contra la normativa
Para este espectáculo se precisa sortear la normativa de ruido y que se autorice el uso de pirotecnia en el medio natural en contra de la regulación sobre la prevención de incendios forestales.
Además, no se tiene previsto recalificar el terreno, ya que, si se hiciera, se elevaría el precio de los terrenos y obligaría a cesiones públicas. Aprovechando una modificación de la ley del suelo de C-LM que se aprobó en la anterior legislatura, se plantea que estos usos, considerados terciarios, sean compatibles con la alta protección urbanística de la que son merecedores.
Entusiasmo del gobierno regional
El proyecto cuenta con el entusiasmo del gobierno regional, que espera inaugurar la primera fase del parque justo antes de la convocatoria de elecciones municipales y autonómicas de 2019.
El presidente Emiliano García-Page olvidó su compromiso de transparencia y participación y anunció a ‘bombo y platillo’, el 18 de abril de 2017 en el palacio de Fuensalida, el megaproyecto, acompañado del fundador del parque francés, el vizconde Philippe de Villiers, y de un séquito de representantes de la región.
n ese momento, a falta de estudios técnicos sobre las consecuencias ambientales, económicas y sociales del proyecto, García-Page dijo que el proyecto “va a resolver muchos de los problemas que tiene hoy nuestra sociedad: problemas económicos, problemas laborales, y […] también emocionales y espirituales”.
Es zona de nidificación del águila imperial ibérica, águila perdicera y se ha reintroducido el lince
Un proyecto porque sí
Para allanar dificultades, el gobierno regional aprobó la Declaración de Interés Regional (DIR) del Puy du Fou en agosto de 2017, como paso necesario para tramitarlo como Proyecto de Singular Interés (PSI), cuya aprobación inicial se llevó a cabo en febrero de 2018. Un PSI es una figura urbanística regulada en la Ley de Ordenación del Territorio de CLM (Decreto Legislativo 1/2010 de 18 de mayo) orquestada para imponerse al régimen del suelo y eludir limitaciones que pudieran surgir de cualquier plan de ordenación municipal, además de dar al proyecto privilegios de carácter económico.
La figura del PSI está pensada para proyectos que reúnan interés social o económico para la región, requieran un lugar calificado de no urbanizable para su construcción y que no haya ninguna otra ubicación alternativa. Se trata de una herramienta urbanística excepcional, pero conocida entre la ciudadanía, que recuerda cómo los más pretenciosos proyectos urbanísticos que se declararon PSI en Castilla-La Mancha en la década del 2000, acabaron en costosos fracasos económicos para las arcas públicas: el aeropuerto de Ciudad Real o el complejo de ocio Reino de Don Quijote, entre otros.
Otros proyectos urbanísticos declarados PSI en CLM acabaron en costosos fracasos para las arcas públicas como el aeropuerto de Ciudad Real o el complejo Reino de Don Quijote
En el proceso de aprobación del Puy du Fou como PSI se presentaron más de un centenar de alegaciones por una veintena asociaciones, plataformas, particulares y empresas. Las alegaciones del movimiento ciudadano Queremos Saber la Verdad del Puy du Fou y de Ecologistas en Acción pusieron en evidencia graves deficiencias y han logrado que la Consejería de Fomento se haya visto obligada a someter las modificaciones del PSI Puy du Fou a una segunda información pública que se inició el 31 de julio de 2018, coincidiendo con el verano. El nuevo proyecto no mejora gran cosa el anterior, incluso incurre en nuevos incumplimientos y contradicciones, por lo que está siendo igualmente contestado.
Falta de rigor técnico
Según la ley, para que un proyecto sea aprobado como PSI, se tiene que acreditar el interés social o económico y recibir previamente la Declaración de Interés Regional (DIR) por parte de la Junta. Además, se debe justificar que no haya ubicación alternativa.
Tanto los informes técnicos presentados para solicitar la Declaración de Interés Regional como los presentados para solicitar el Proyecto de Singular Interés, carecen de rigor. En la fase DIR se presentó un informe sobre el impacto económico que realizó la Fundación Tomillo. Llama la atención que un estudio técnico para una empresa privada fuera encargado a una fundación sin ánimo lucro cuya actividad –según consta en su web– es el “desarrollo de distintos programas dirigidos a la infancia, adolescencia y familia, así como a la formación y la orientación sociolaboral” .
El Informe Tomillo no se hizo público por la Junta, salvo a requerimiento por escrito de los alegantes; sus análisis se basaban en estadísticas de flujo económico de 2008 (antes de la crisis) y no habían hecho estudios de previsión de visitantes al parque y así sus conclusiones resultan poco fiables. Éste es el único informe sobre previsiones económicas que se ha presentado.
Además, el estudio de afluencia de visitantes se realiza seis meses después de haberse concluido el Informe Tomillo para adjuntarlo a la solicitud de Proyecto de Singular Interés. Ese estudio sobre los visitantes reconoce que “existen ciertas limitaciones al no disponer de información primaria, de estudios de mercado ad hoc para el parque”. Sus estimaciones dependen de un parámetro llamado “ratio de penetración”, que adoptan de manera arbitraria, sin contrastar ni dar referencia científica alguna.
García-Page asegura que el parque: “va a resolver muchos problemas económicos, laborales […] y espirituales”
La DIR se obtuvo con el Informe Tomillo, que exageraba las cifras de empleo con respecto a las que se manejan en la Memoria Justificativa para la obtención del Proyecto de Singular Interés. A pesar de que el tiempo transcurrido entre ambas solicitudes fue solo de meses, en las previsiones de empleo directo del PSI respecto del DIR se llegan a perder más de un 80 % de los empleos directos estimados y casi el 60 % de los totales. La proporción de empleos directos estimados pasó del 65 % de la solicitud DIR al 26 % de la solicitud PSI.
Sobre el turismo
La competencia entre el parque temático y otros sectores tradicionales del gremio turístico toledano puede ser importante. Según un estudio realizado por la Alianza para la excelencia turística (Exceltur) “la estimación de asistencia prevista por Puy du Fou se basa en captar parte del mercado turístico actual de Toledo”. Buena parte del negocio del Puy du Fou, señala el proyecto, sería la venta de diferentes productos, que incluye –aparte de restaurantes y bares de tapas– “textil, accesorios, juguetes, tienda general, caballería, armería, moda, pastelería, ultramarinos, librería, papelería, cerámica, vidrio…”. Esto obligaría al pequeño comercio a competir con el parque temático. Esas pequeñas empresas crearon el año pasado 1.888 puestos de trabajo directos en empleo turístico, una cifra superior a las previsiones del megaproyecto francés.
La falacia del empleo
García-Page en la presentación del Puy de Fou dijo que este es uno de los “proyectos más importantes para la económica española” por el volumen de empleo. Los promotores estiman que para el año 2021 tendrán firmados 840 contratos y habrán creado el equivalente a 688 empleos directos. Pero la temporalidad del empleo es otra de las trampas que encierra el parque de ocio Puy du Fou. España es el primer país de la UE en porcentaje de contratos temporales (26,8 %). Si se analizan los datos del proyecto, el 79 % de los trabajadores serán temporales, con contratos fijos discontinuos o con contratos de temporada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario