El hecho de que esta propuesta urbanística implique la construcción de 5.000 viviendas en el barrio puede llegar a perjudicar el desarrollo de vivienda por parte de la Junta, que podría retomar la construcción de pisos en el solar de Ventalomar
El futuro Plan de Actuación
Urbanizadora 'Benquerencia Sur', que promete 5.000 viviendas en la zona sur
residencial del Polígono, ha encontrado su primer escollo y el tiempo será el
que diga si es o no insalvable y si sale adelante. El Ayuntamiento decidió
retirar del orden del día de la comisión de Planeamiento del 26 de febrero el
punto sobre la consulta previa a este PAU antes de que vaya a exposición
pública por «cuestiones técnicas» y se desconoce si en la siguiente
convocatoria se contará con ella o seguirá en stand by durante el tiempo que
considere la administración municipal.
La decisión no gustó a la
oposición, sobre todo, porque tanto el PSOE como Izquierda Unida consideran que
no se dieron suficientes explicaciones y tienen claro que detrás de las
cuestiones técnicas que dice el equipo de Gobierno municipal se esconde algo más,
que quizá este PAU en el Polígono no termina de encajar ni le gusta al
Ayuntamiento y por este motivo ha decidido dejar el asunto encima de la mesa
como ya hizo en su momento el gobierno de la anterior legislatura con el PERIM
de la Cava, sin ir más lejos.
En la comisión, el portavoz
de IU, Txema Fernández, insistió en que los motivos de la retirada eran ajenos
a cuestiones técnicas, puesto que el área de Urbanismo ya había elaborado
incluso el informe sobre este PAU estableciendo una serie de condicionantes,
entre otros, la reducción de la edificabilidad para que el nuevo desarrollo de
viviendas no sobrepase los 12.000 habitantes y puedan reclasificarse sin
problema los terrenos con independencia del Plan de Ordenación Municipal
(POM).
Sin embargo, según ha podido
conocer La Tribuna, el verdadero motivo de la retirada de esta consulta previa
al PAU guarda relación con la cortesía institucional y el buen momento de
diálogo y sintonía que el Ayuntamiento mantiene con la Consejería de Fomento.
En este caso, los representantes de ambas administraciones han mantenido
reuniones en los últimos meses para abordar necesidades y proyectos para Toledo
y el ámbito urbanístico también se ha colado en las agendas.
En este caso, desde el
Ayuntamiento consideraron que lo oportuno era dejar al margen la consulta del
Pau 'Benquerencia Sur' sobre la mesa hasta que pueda continuar el trámite
administrativo en deferencia con la Junta de Comunidades, propietaria también
de suelo en el barrio del Polígono, para evitar que la posibilidad de que se
puedan llegar a construir 5.000 viviendas en zona sur del Polígono ahogue los
planes y la oferta en materia de vivienda que puede desarrollar el Gobierno
regional en los próximos años.
En principio, aún es pronto
para conocer esos planes de expansión que marcará la Junta en el Polígono, pero
en las reuniones mantenidas con el Ayuntamiento se ha vuelto a sacar a la luz
de manera informal el Barrio Avanzado, una zona del Polígono que hace años
partió como uno de los suelos más atractivos de la ciudad y contó incluso con
el proyecto arquitectónico del famoso Jean Nouvel para levantar el barrio más
moderno de la ciudad con más de 2.000 viviendas de protección.
Si bien, la iniciativa no
cuajó y la aparición de restos de amianto dieron al traste con el futuro
desarrollo de unos terrenos que tampoco se definieron en el avance de POM
presentado en 2022, aunque esta zona vacante de 391.783,34 metros cuadrados sí
contaba con opciones de disfrutar de su uso residencial, ligadas a las
necesidades de expansión.
El desarrollo del Barrio
Avanzado, en caso de que la administración regional optara por querer dar uso a
estos terrenos, se topa con dos condicionantes importantes, uno de carácter
normativo y otro medioambiental, puesto que sería necesario adaptarlo a la
normativa tras la caducidad del proyecto de singular interés y de iniciativa
pública que se planteó en su día, y dar una solución definitiva a los restos de
amianto.
Benquerencia
sur. La consulta del PAU recién presentada parte de las cuatro empresas
propietarias de los terrenos -Construcciones Antolín García-Lozoya, Creaciones
Inmobiliarias, Construcciones y Promociones Hugoya, y Redil de Calabazas- en
una superficie de 1,4 millones de euros, dividida en nueve parcelas según
Catastro, para desarrollar este suelo a modo de nuevo ensanche residencial, con
la construcción de 5.000 viviendas plurifamiliares en su mayoría, es decir,
construcciones en altura tomando como referencia una superficie mínima de 112
metros cuadrados y tres residentes por vivienda.
El proyecto busca «un
urbanismo y una edificación de calidad que responda a la creciente demanda
social en matería de sostenibilidad», cumpliendo con las directrices nacionales
y europeas. Los promotores están convencidos que con este nuevo ensanche
residencial se logra una perfecta conexión con el entorno natural.
Por otro lado, la movilidad
parte como elemento prioritario y aunque el PAU apunta que con más vivienda en
el barrio se intensifican los desplazamientos de proximidad, desde el Ayuntamiento
tienen claro que la viabilidad de este desarrollo está condicionada a la
conexión con las nuevas vías, como la futura unión con la A-42.
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