En mi opinión lo que está ocurriendo es que el SCRATS está perdiendo la credibilidad que tenía dentro de su entorno. Hasta ahora se ha beneficiado del seguidismo que da en este país la cultura del corporativismo. La inmensa mayoría de los sectores más ligados directamente a la agricultura han apoyado sus logros y sus argumentos sin cuestionarse nada. Sin embargo, la desfachatez, arrogancia, prepotencia, ausencia de empatía, ansia, avaricia, etc. que les viene caracterizando en los últimos años están jugando en su contra. Ya lo dice el refrán: la avaricia rompe el saco. Encima, en un ambiente de corrupción destapado a raíz de la crisis del último decenio, todo lo que suena a gran éxito se está poniendo en cuestión y la gente sale del letargo y comodidad que dan las "vacas gordas", observa, se hace preguntas, piensa, comparte criterios y argumentos, contrasta y genera su propia opinión que ya no es la de quien domina la situación.
CLM no está haciendo prácticamente nada que no sea adoptar un papel victimista con el que reclama como derecho poder ser tan demandante de agua como el que más. De hecho, a mi alrededor veo cómo cada vez más hectáreas de secano se convierten en regadíos, haciendo más profunda la espiral de insostenibilidad de demanda de agua.
Lo que en mi opinión sí está haciendo CLM es aprovecharse -cuando no apropiarse- de las quejas y argumentos de los colectivos sociales en torno a la defensa de los ríos -que no simplemente del agua- para justificar su victimismo, del que sigue subyaciendo por el agua un interés territorial, economicista, mercantilista y utilitarista; es decir, más de lo mismo que nos ha traído hasta este punto de insostenibilidad.
Un saludo.
Alejandro Cano
Plataforma de Toledo en Defensa del Tajo
Nuestros ríos son fuente de vida. Defiéndelos.
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