Antonio Zárate Martín [Foto tomada de su Facebook] |
El geógrafo alerta de los «daños irreversibles» que puede producir la «ubicación inadecuada» del parque.
El 4 del 8
de 2017 publicaba en ABC un artículo en el que se cuestionaba la instalación
del parque temático en la finca Zurraquín, dentro del término de Toledo. En él
se alertaba sobre problemas medioambientales y de consumo de agua de una
instalación por la que sus promotores estiman que pasarán 1,3 millones de
visitantes al año. Como allí se decía, la ubicación se ha decidido sin
información pública ni estudios previos que la justifiquen, aun así, el Consejo
de Gobierno de la Junta de CLM declaró el proyecto de «Singular Interés
Regional» el 9 de agosto de 2017, con la aprobación previa del Ayuntamiento.
La
Consejería de Fomento de CLM ha aprobado inicialmente este proyecto por
resolución de 05/02/2018 y ahora se encuentra sometido a información pública, lo
que ha permitido acceder a una documentación que no sólo confirma los temores
manifestados antes, sino que provoca alarma por los daños irreversibles que
puede producir su ubicación inadecuada. El propio estudio de impacto ambiental,
que forma parte de la documentación, reconoce problemas de generación de ruidos
y de contaminación atmosférica, además de suponer la supresión de un espacio de
suelo rústico de valor paisajístico, forestal y ambiental. El parque temático
producirá contaminación acústica y lumínica que afectarán a la ciudad,
especialmente a su zona oeste, puesto que uno de sus fundamentos son los
espectáculos nocturnos basados en juegos de luces, pirotecnia, drones y
megafonía, y operativos durante gran parte del año hasta las 24,0 u 0,1 horas de
la noche según los meses.
Naturalmente,
el ruido será perjudicial para la salud y la calidad de vida de los residentes
próximos al parque, para muchas urbanizaciones, como las de Montesión y San
Bernardo, y para los municipios de Argés y de Guadamur, todos instalados en
estos espacios antes de que alguien decidiera la implantación en esta ubicación
del «Puy du Fou», por lo tanto, ajenos a intereses especulativos y a los
inconvenientes de los que van a ser víctimas involuntarias, obligándoles a
recluirse en sus viviendas en pleno verano. La misma documentación del proyecto
reconoce estos riesgos y expresa la necesidad de una modelización de las
emisiones sonoras que no se ha realizado y cuya ejecución será irrelevante
después de aprobarse el proyecto, pues los daños ya estarán provocados y serán
de imposible reparación. Precisamente, el ruido destaca entre las razones por
las que los parques temáticos no se ubican en zonas urbanas o en contacto con
ellas. A este problema se añade el de contaminación lumínica, no sólo por los
juegos de luces de los espectáculos nocturnos sino por la pirotecnia que los
acompaña y el movimiento de drones. También serán elevados los riesgos de
incendio del monte y campos próximos por efectos de la pirotecnia.
Otroproblema es el elevado consumo de agua, siempre grave pero más inquietante al
comprobar que la captación de agua se hará directamente del abastecimiento
general de la ciudad, en el Cerro de los Palos, lo que supondrá una reducción
de las reservas y riesgo en situaciones de sequía. También sorprende que el
agua potable se destine a todos los usos, incluidos el riego y la nebulización
para mejorar el confort de los visitantes en verano, aunque se prevea una
depuradora de aguas para el riego en una segunda fase. En este contexto, ¿dónde
quedaría el compromiso de las autoridades locales y regionales con la
sostenibilidad en caso de aprobación del proyecto? Y en este mismo sentido,
¿cómo aprobar un proyecto en el que las aguas residuales serán almacenadas para
su posterior traslado a una estación depuradora?, aunque esto sólo fuera en una
primera fase ¿es esto sostenibilidad de las instalaciones? Por otra parte,
¿cómo justificar consumos de agua de la red general para fines especulativos
que incluyen un lago, canales y dudosos sistemas de gestión de aguas
residuales? Y todo eso en una ciudad especialmente sensible a los problemas del
agua como es la nuestra.
La
contaminación por emisiones de partículas y gases efectos invernadero de los
miles de vehículos que acudirán al parque, según previsiones, constituye otra
amenaza para toda la ciudad. En la documentación se reconocen estos daños pero
no se tiene en cuenta que los vientos soplan preferentemente de componente
oeste, por lo que la contaminación se desplazará hacia el casco histórico
acumulándose en el fondo del valle, sobre todo bajo situaciones anticiclónicas
que son predominantes a lo largo del año, con riesgo para las personas y la
conservación del patrimonio monumental.
Tampoco se
resuelve la ocupación de zonas de servidumbre de dominio público hidráulico, el
manejo del yacimiento arqueológico localizado en su interior y derechos de
investigación minera en la zona, todo queda pendiente de posteriores
autorizaciones. No obstante, lo principal son los daños a la salud de las
personas y a los derechos de los residentes a quienes los responsables
políticos se deben en primer lugar y a los que tienen la obligación de
proteger, anteponiéndoles a intereses especulativos.
Todo lo
dicho justifica, pues, la solicitud pública a las autoridades regionales de
que no aprueben el proyecto de parque temático en la ubicación elegida y que se
considere en todo caso su traslado a otro lugar fuera de la ciudad, a un
emplazamiento que reduzca los impactos medioambientales y permita respetar la
seguridad de las personas y su calidad de vida, siempre desde criterios de
sostenibilidad, como se ha hecho en Francia, donde «Le Puy du Fou» se ubica
casi a 100 km de distancia de las ciudades más próximas.
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