[Foto tomada de su Instagram]
La atleta toledana, que rubricó en el mejor escenario posible, unos Juegos, su mejor momento, metiéndose en la final, logrando mejor marca personal y siendo la mejor especialista española en los 3.000 metros obstáculos, no tiene sino las mejores palabras para su experiencia olímpica, confesando que el cénit de tanta felicidad le llegó en la semifinal, con toda su gente festejando con ella que se había metido en la final
La atleta toledana Irene Sánchez-Escribano vivió en los
Juegos Olímpicos de París el mejor momento de su historia deportiva, lo que más
deseaba después de que hace tres años se perdiera la anterior cita olímpica por
una maldita lesión que destrozó su ilusión. Se metió en la final de los 3.000
metros obstáculos, su prueba fetiche, logrando su mejor marca y convirtiéndose
en la mejor especialista española de siempre en esta modalidad.
Por todo, en este nuevo capítulo de la serie de artículos
‘Mujeres referentes en el deporte femenino de Castilla-La Mancha’, Irene
Sánchez-Escribano no tiene sino palabras rutilantes para lo que fue una
experiencia que no olvidará nunca.
¿Cómo valoras tu actuación en los Juegos de París?
Fue una experiencia súper positiva. Los resultados
acompañaron mucho. Era muy difícil planificar una temporada así, también con el
Europeo, aunque el pico de forma lo preparamos, con mi entrenador, Antonio,
para los Juegos. El resultado me compensó con creces haberme perdido Tokio. No
solo fue el resultado sino también vivir unos Juegos 100 por 100 con mi familia
y amigos allí, el estadio a rebosar, rugía del ruido que había, no cabía un
alfiler. Y llegué en el mejor momento de mi vida.
¿Qué es lo que más te ha gustado de los Juegos?
Haberlo podido compartir con todo el mundo. Disfruté
muchísimo el día de la final, estaba mucho más tranquila, no tenía la presión
de tener que pasar otra ronda, había cumplido mi objetivo. Si venía otra mejor
marca personal, fenomenal. Pero el día de la semifinal fue súper especial:
todos mis familiares y amigos estaban en la misma parte de la grada, justo en
la meta. Y abrazarme a mi entrenador, a ellos, a mi amiga Marta Pérez… pasé a
la final en el mejor momento en que podía pasar, cuando más visibilidad tenía y
con todo el mundo allí.
¿Estuvo París a la altura de lo que esperabas?
Sí. Me compensó con creces la lesión de hace tres años. Al
final los Juegos de Tokio fueron bastante descafeinados, no había público, sí
cambio horario. Ha sido una experiencia súper positiva.
¿Qué es lo que la gente que no ha estado presencialmente en
unos Juegos desconoce de ellos?
Cuando he vuelto la gente me ha preguntado mucho por la
Villa Olímpica, un espacio más reservado para los deportistas. Al final se
trata del mayor evento deportivo del mundo, aunque se celebra cada mucho
tiempo, lo que le da mayor importancia.
Valora la participación de los deportistas de Castilla-La
Mancha.
Todo el mundo prepara los Juegos, el mayor evento, con la
mayor ilusión y el mayor trabajo posible, pero es difícil conseguir un buen
resultado porque compites contra todos los rivales. Pienso en Gonzalo Pérez de
Vargas, que con los Hispanos logró la medalla de bronce. Quien más y quien
menos sabe lo que es triunfar o que no obtengas el resultado buscado con los
entrenamientos. Ha habido de todo pero fue una experiencia positiva. Fue muchísima
gente a vernos a todos, no solo a mí. Me acuerdo de Paco Cúbelos, que no estaba
muy contento de su resultado pero luego hablé con él y la experiencia le
resultó muy positiva. Los resultados no nos han acompañado a todos, a unos más
y a otros menos pero al final fueron unos Juegos Olímpicos muy especiales,
independientemete de cómo nos haya ido.
¿Y la participación de la expedición española, que obtuvo un
resultado similar al de los Juegos anteriores?
Nos preguntaban si íbamos a mejorar el resultado de
Barcelona 92, pero es muy difícil mejorar los resultados de unos Juegos en los
que éramos los anfitriones, ya que se prepararon de una manera especial. Aunque
hubo medallas que eran posibles, la gente que tenía posibilidades de lograrlas
no se quedó tan lejos. Hablamos de que medio segundo te deja bronce o sexto. Y
es que es muy difícil que te salga todo perfecto el día ‘d’ y en la hora ‘h’.
No los contaría como malos resultados sino que eran consideradas opciones a
medalla.
Ponle una nota a los Juegos. ¿Han sido buenos? ¿Os han
tratado bien a los deportistas?
A nivel personal le pongo un 10, no solo por el resultado
que obtuve sino también por la experiencia, porque lo he vivido con muchísima
ilusión, estaba como una esponja, disfrutando de todos los detalles, de cada
momento. Para mí no ha sido solo una experiencia deportiva si no también vital
y personal que me va a acompañar siempre. Para mí ha sido todo bueno, no te
puedo decir otra cosa.
¿Qué deportista o deportistas han destacado para ti más en
París?
La que me viene a la cabeza es Águeda Marqués, una atleta de
25 años que en los 1.500 fue capaz de correr cuatro rondas en cinco ó seis
días, haciendo marca personal todas las veces. Debe estar contentísima porque
fue un resultado espectacular. Pasó a la final tras tres carreras cuando muchas
de sus rivales solo llevaban dos ya que ella tuvo que correr la repesca.
¿Habéis tenido mucho apoyo de los aficionados españoles?
Sí, sí, la verdad que sí. Ibas por París y se oía hablar
español por todas partes. Había mucha gente viendo los Juegos, banderas de
España por todos sitios. Y teniendo en cuenta que los Juegos tienen mucha más
visibilidad que cualquier otro evento deportivo… al volver a España, gente que
normalmente no sigue el atletismo, me conocía. Me he sentido muy apoyada.
Ya fuera de la experiencia olímpica, ¿cuáles son tus
próximas citas?
No te lo puedo avanzar porque aún no lo ha anunciado la
organización, pero te diré que tengo nuevos retos, que van a ser pronto, y que
tengo ilusión por experimentar esta nueva etapa. Estoy entrenando bien y con
ganas, como siempre.
Objetivos que te propones para esta temporada.
Todos los años tenemos grandes campeonatos. En 2025 toca el Mundial en Japón, en 2026 habrá Europeo en Birmingham. Hay que ir año a año. Creo que estoy en mi mejor momento. Tengo 32 años. Llega un momento en la vida de un deportista en que hay que ir poco a poco porque vamos cumpliendo años, aunque yo espero seguir todavía otros tantos.
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