24 de septiembre de 2018

Hoy se presentó la 2ª edición de la Vuelta del Tajo en el centro cultural de San Marcos de Toledo a disputar el 28 de Octubre

Ilustres asistentes al Acto en el centro cultural de San Marcos
[Foto: Ayto. de Toledo]

Enrique Sánchez Lubián en su Facebook:


Esta mañana se ha presentado en el Centro Cultural de San Marcos la II edición de la Ruta Multideportiva “La Vuelta del Tajo”, que se celebrará el próximo día 28 de octubre, fecha coincidente con el centenario de la primera carrera pedestre, documentada, celebrada en nuestra ciudad con ese mismo recorrido.

Para quienes nos gusta salir a correr en la ciudad de Toledo, el recorrido más popular y emblemático que solemos hacer es, sin duda, la Vuelta al Valle. El día 28, cientos de corredoras y corredores nos prenderemos un dorsal para participar en la segunda edición de esta prueba reivindicativa para protestar por el estado que presenta nuestro río y, de paso, conmemorar esta efeméride deportiva.

En la ciudad de Toledo, el atletismo es un deporte centenario y pruebas como ésta contribuyen a poner en valor su longevidad.

Su práctica comenzó en los primeros años del siglo XX, apareciendo como actividad complementaria de las carreras ciclistas que clubes como la Sociedad Velocipédica Toledana organizaban con motivo de las diferentes fiestas de la ciudad.

El pedestrismo, o el cross-country, como se le conocía en aquellos años, fue adquiriendo popularidad gracias al impulso dado por la recuperación de los Juegos Olímpicos, especialmente por la celebración de emblemática carrera de maratón, cuya primera edición ganó el griego Spyros Louis en 1896. En Madrid, el primer campeonato de cross-country se celebró en 1910, por las inmediaciones del Parque del Oeste y Moncloa.

En Toledo, el impulso de esta actividad deportiva, que ya se practicaba entre los alumnos de la Academia de Infantería, llegó a partir de la creación del Club Deportivo Obrero, fundado en 1916 en el seno de la Fábrica de Armas.

El objetivo del Club era “hacer jóvenes vigorosos, fuertes para la lucha por la vida, arrancándolos de los centros de perversión y embrutecimiento, para hacerles emplear los días de asueto en deportes que los fortalezcan y diviertan”.

Durante las fiestas del Corpus de 1917, el Club organizó una carrera pedestre entre el Paseo de la Vega y la Olivilla, ida y vuelta, con una distancia de cinco kilómetros que fue ganada por Francisco Melendreras, alumno de la Academia, quien hizo el recorrido en quince minutos, veinte segundos.

Su gran hito deportivo fue la puesta en marcha, en 1918, de una carrera denominada “La vuelta a Toledo” y que era, nada más y nada menos, que hacer corriendo el recorrido del Valle.

El recorrido, que se calificaba “de respeto”, sería el siguiente: Puerta de Bisagra, Arrabal, Desamparados, puente de Alcántara, San Servando, camino del Valle hasta el puente de San Martín y Paseo de Recaredo, donde estaría la meta.

La prueba estaría dedicada al comandante Federico Gómez de Salazar, socio protector del Club y una de las personas imprescindibles en la historia del deporte toledano.

Siendo capitán de la Academia, Gómez de Salazar fue comisionado para viajar por Suecia y Francia, elaborando a su regreso diferentes manuales para el desarrollo de la actividad física en las enseñanzas militares. Gran apasionado por la educación, en Toledo promovió la práctica del fútbol, al pedestrismo, el rugby, al atletismo, el beisbol, la esgrima o la gimnasia. Luego en 1919 se incorporó al cuadro de profesores de la recién creada Escuela Central de Gimnasia. Unos años después falleció a consecuencia de las heridas sufridas en la guerra de África.

Durante varios domingos antes de la carrera, el Club Deportivo Obrero, organizó sesiones de entrenamiento para cuantos quisieran participar en la vuelta.

Con gran expectación, la carrera se celebró el domingo 27 de octubre a las tres y media de la tarde, partiendo desde la línea de salida nueve participantes. Para seguir con atención el desarrollo de la misma, muchos toledanos se concentraron en la ronda Cornisa, contemplando como los atletas subían por los cerros hacia la Ermita del Valle, toda vez que por entonces la carretera por la que hoy cruzamos el Arroyo de la Degollada no estaba construida.

El primero en aparecer por la curva del Matadero, tras haber cruzado el Puente de San Martín, fue Pedro Manzanero, quien llegó hasta la meta acompañado por un numeroso grupo de ciclistas. El tiempo empleado en hacer el recorrido fue de treinta minutos y un segundo y medio.

De los nueve participantes, uno de ellos abandonó al sentirse indispuesto. El ganador recibió una medalla de oro y un reloj de pulsera, donado por Gómez de Salazar. Todos los participantes tuvieron premio, bien objetos diversos, cantidades económicas y diplomas, donados por instituciones y comercios de la ciudad.

Desde ese momento, este recorrido se incorporó a los programas de carreras pedestres celebradas en los años siguientes, en los que el testigo del Club Deportivo Obrera fue tomado por una nueva entidad: la Sociedad Deportiva Popular, fundada en 1920 por el citado comandante.

Este nuevo club inició sus actividades con otra edición de la Vuelta al Valle, pero en esta ocasión partiendo desde la Venta de Aires, subiendo por el puente de San Martín y bajando, campo a través, por el barranco de la Degollada.

Los participantes debían ser mayores de diecisiete años, acreditar documentalmente encontrarse bien de salud o someterse a reconocimiento previo y abonar una inscripción de una peseta, cantidad que se devolvería al finalizar la prueba. Deberían presentarse en la línea de salida vistiendo pantalón corto, camiseta y alpargatas o zapatos aptos para correr.

En esta ocasión el ganador fue el soldado Adrián García, quien tardó 25 minutos y 20 segundos en recorrer los 7.200 metros del recorrido, a poco más de tres minutos y medio por kilómetro, un tiempo que hoy se nos antoja fantástico. Terminaron la prueba 19 corredores y el vencedor recibió un reloj taxímetro, algo así como un “Garmín” de la época.

Tres años antes, representando a la Federación Catalana de Atletismo, Adrián García había quedado segundo en el Campeonato de España de campo a través.

Localicé estos datos en el transcurso de una investigación sobre los orígenes y la socialización del deporte en la ciudad de Toledo, tema sobre el que hace unos meses pronuncié una conferencia en el Museo del Ejército y sobre el que próximamente, en el número siete de la revista “Archivo Secreto”, editada por el Ayuntamiento de Toledo, publicaré un amplio trabajo.

Antes de concluir este post me gustaría que cuantos el día 28 de octubre nos apuntemos a esta “Vuelta del Tajo”, cuando vayamos subiendo por la Degollada, para hacer más llevadera la cuesta, pensemos en aquellos pioneros que hace cien años abrieron el camino para los cientos de corredoras y corredores que cada día nos echamos a rodar por las calles de Toledo.

Os dejo unas fotografías de la presentación de esta mañana distribuida por la Oficina de Prensa del Ayuntamiento, del paraje de la Degollada en los años veinte del pasado siglo, por donde los corredores subieron al Valle; del comandante Gómez de Salazar con quien los deportistas toledanos estamos en deuda; de un grupo de participantes en una carrera de vallas en la pista de la Escuela, en 1924; y de los componentes de la selección española de pentatlón corriendo en los años treinta, también, por la Escuela.


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