«Este año ya no me gana nadie y tengo la mejor marca en 400»
Lucas Búa va asimilando que se ha convertido en doble
campeón de España absoluto. Y que es el único cuatrocentista nacional que ha
bajado esta temporada de 46 segundos. Sin embargo, esta lluvia de éxito no ha
caído del cielo y sabe que le debe mucho al trabajo realizado durante años de
la mano de su entrenador, Juan Antonio Rosique. El mismo que, junto a su padre,
le ayuda a tener los pies en el suelo. Aunque no lo necesite, porque su
humildad le mantiene tranquilo hasta que suena el disparo de salida y le toca
desarrollar toda su potencia.
¿Ya se cree que es campeón de España individual absoluto?
- Sí. Aunque estos días no sabía bien lo que significa ser campeón de España,
lo voy asimilando. Ahora sé que este año ya no me gana nadie y que tengo la
mejor marca.
¿Cómo vivió la carrera? ¿Da tiempo a pensar algo en menos de
un minuto de competición?
- Da tiempo a pensar muchas cosas. Desde el principio sabía que estaba
bien y cogí pronto a los rivales de las otras calles. Después vi que Samuel
García atacaba en la curva y aguanté hasta el final.
¿Fue su carrera perfecta?
- No hubo viento como en otras carreras que he hecho esta temporada y,
aunque es mi mejor marca, siempre es posible ganar alguna décima más.
¿Cuándo se dio cuenta de que el título no se le iba a
escapar?
- Al final. Creo que hasta el último metro no lo tuve seguro. En estas
carreras tan rápidas si te confías te pasan en un momento.
Seguro que ha visto repetida la carrera varias veces.
- No muchas. De momento sólo dos veces. Pero seguro que vuelvo a verla a
partir de ahora.
Recibió muchas felicitaciones desde que acabó, mientras
calentaba para la prueba de relevos.
- Pues sí, terminé y me empezaron a hablar mientras yo tenía que pasar el
control antidopaje, calentar para los relevos y no podía contestar a los
mensajes que me iban llegando. Tenía la cabeza en otro lado, no sabía dónde
estaba.
¿Cuáles fueron especiales?
- Una de ellas la de Alfonso Martín, el exconcejal de Deportes de Toledo,
que siempre me felicita y me hace mucha ilusión. También me llamó la alcaldesa,
Milagros Tolón, el lunes; y Sagrario Gutiérrez, de la Diputación. Me ilusionó
mucho la de Julián Martín -presidente del Club Atletismo Toledo-, y las de mis
familiares y amigos, claro.
¿Ha dado tiempo a celebrar las dos medallas de oro?
- Nada, muy poco. Sólo estuve con mis amigos y nos hicimos fotos. Pero la
medalla no la han visto, sólo la carrera y empezaron a decir tonterías, como
que si ahora me ligaré a cualquiera y cosas así.
Hacer la mejor marca personal en la final de un Nacional es
rendir al máximo nivel en el momento clave.
- Sí, eso no sé cómo lo hace Juan Antonio Rosique, mi entrenador, pero
siempre en el momento clave consigue que haga mi mejor marca. Sabía que estaba
para correr rápido, pero no tanto. Pensaba en hacer 46.20 o 46.40, por ahí,
pero no bajar de 46 segundos.
Y eso en una campaña en la que le ha costado la mínima para
el Europeo de Tallin de 46.70.
- La primera carrera fue en Salamanca y hubo un vendaval cuando nos tocó,
por lo que hice 46.93. Luego, entre que tuve que ir a Rusia con la Selección y
la Liga, que me dejó cansado, no salía la marca. En el Campeonato de España de
Tarragona sabía que debía salir la mínima para el Europeo y tenía dos
oportunidades, por lo que en la semifinal fui a tope; aunque había viento y la
pista era mala, lo logré, pero me costó un montón. Llegué a pensar que, con la
mala suerte que estaba teniendo, no iba a mejorar mi tiempo, pero sabía que
valía menos y que si no era esta temporada, lo haría a la siguiente.
¿No se puso nervioso tras lograr 46.56 el año anterior y ver
que no salía esta temporada?
- No mucho porque sabía que, cuando tuviera un buen día, iba a mejorar.
Lo difícil era la mínima porque veía que quedaban pocas oportunidades y en
todas o hacía viento o pasaba algo.
Es que es una distancia muy caprichosa porque depende de
cómo se encuentre ese día, el tiempo, los rivales...
- Y de la calle que te den, pero sobre todo del tiempo. Si hay viento, te
desgasta y, aunque al final pueda ayudar, primero perjudica.
Es el único español que ha bajado este año de 46 segundos.
- Sí, y no lo esperaba en absoluto. Pensaba que Samuel García sí podía
bajar de 46 y yo, como mucho, acercarme un poquito a él.
Es un paso que conlleva mucha responsabilidad.
- Ya al final de la temporada pasada pensaba que iba a ser complicado
superarme. Lo de este año será aún más difícil, porque es estar entre los
mejores de siempre.
Con la mejor marca española del año en 400, ¿se ve ya por
encima de Mark Ujakpor y Samuel García o cree que todavía debe pelear para
estar a su altura?
- A Ujakpor, desde pequeño, le he visto como un referente, como a Samuel.
Ellos siempre van a estar ahí peleando y lo que veo es que me he acercado un
poco. Pero sé que Ujakpor ha estado lesionado y a Samuel esta temporada no le
ha salido la carrera perfecta.
¿Qué le dijo Samuel García al acabar la prueba?
- Me dio la enhorabuena porque había hecho una gran marca y me dijo que
lo disfrutase. Nos llevamos bien porque nos conocemos, al ser los cuatro del
relevo, y solemos salir juntos algunas veces.
España tiene un buen relevo de 400 metros.
- Sí, pero las competiciones internacionales son en mayo o junio y no es
nuestro mejor momento, por eso no sale la marca que podemos hacer. El récord de
España, en el día perfecto, lo podemos batir. El relevo que lo tiene, de forma
individual, no hizo nuestras marcas. Pero se tienen que dar las circunstancias,
porque si es difícil que a uno le salga su marca en un 400, a los cuatro a la
vez ya...
Son un relevo consolidado y con oportunidades de correr
juntos, eso debe ayudar.
- Tenemos oportunidades de correr juntos, pero no todas las que nos
gustaría. Sobre todo, porque son fuera de fechas, como cuando fuimos a las
Bahamas en mayo, al igual que en la Copa de Europa en junio. Lo suyo sería
correr ahora.
El año pasado debutó con la Selección, éste ha sido campeón
de absoluto, ¿qué toca en 2016?
- Pues no lo sé, porque todavía queda mucho. Pero con igualar lo
conseguido me vale. Además, soy joven, porque el próximo año seguiré siendo
promesa.
¿El objetivo real será seguir dominando en promesas?
- Eso seguro, aunque será difícil, porque el atleta que quedó tercero,
Darwin Echeverry, el año que viene será promesa y me tocará pelear con él. Y
viene muy fuerte.
¿El hecho de ser velocistas les pone más complicado acceder
a unos Juegos que a otros atletas?
- Mucho más, ya que los caribeños y los estadounidenses corren muchísimo
y la mínima se hace cogiendo la media. Por eso la mínima en velocidad es muy
exigente.
A pesar de ello, ¿se ve capaz de llegar a unos Juegos
Olímpicos?
- No lo sé, pero siguiendo esta progresión sí tendría posibilidades. Pero
el atletismo no es matemáticas. Hay lesiones, te puedes resfriar el día de la
competición...
Teniendo en cuenta que es joven y ha entrado pronto en la
elite, tiene oportunidades y puede buscarlo con paciencia.
- Pero al ser joven juega un papel importante tener la cabeza en su
sitio. Para eso están mi entrenador y mi padre.
¿Seguirá un año más en el FC Barcelona?
- Seguramente. Me han tratado muy bien y estoy contento. Siempre nos
llevan a buenos hoteles y nos ofrecen buenos medios de transporte entre otras
facilidades. El relevo que tenemos es muy bueno y es un título más de campeón
de España a sumar.
Y también seguirá de la mano de Rosique.
- Claro, porque hasta ahora me ha ido muy bien con él. Mientras siga
mejorando, o aunque haya lesiones, yo seguiré con él.
¿Qué porcentaje de culpa tiene su entrenador en sus éxitos?
- Si no estuviera él, ni siquiera sé si seguiría entrenándome, porque en
Toledo hay pocos entrenadores y me tendría que ir a Madrid. Más del 50 por
ciento es culpa suya.
Después de tantos años juntos, ¿siguen innovando?
- Cada año hay cosas nuevas. No sé cómo lo hace Rosique, pero siempre trae
algo nuevo. Al haber estado en la Federación, conoce a entrenadores de otras
nacionalidades; no cogemos los entrenamientos tal cual, los adapta a mí.
¿Este año ha tenido alguna sesión de entrenamiento con la
que pensaba que no podría?
- Los más difíciles han sido en pretemporada, porque toca hacer series
largas. Cuando me dice que haga tres kilómetros me muero.
¿Hace mucho gimnasio?
- Lo justito. La idea es estar fino, porque si coges mucho músculo, luego
pesa y cuesta más moverlo. En teoría ganas fuerza y velocidad, pero hay que
tener equilibrio.
Antes no tenía manías pero, ¿ha ido desarrollando alguna?
- Me gusta llevar conjuntados los calcetines y las zapatillas. O llevar
los calcetines negros siempre. La ropa interior igual. El calentamiento es el
mismo cada vez y el reloj de entrenar lo llevo siempre, pero no muchas cosas
más..
Es el más joven de los que tienen una calle en su honor en
la pista de la Escuela de Gimnasia, ¿qué siente cada vez que la pisa?
- Cada vez que paso por ahí pienso que va a estar para siempre. Es una
mezcla de alegría y emoción ver tu huella y que los niños se fijen. Por lo
menos sé que lo que hago sirve para algo, porque les anima a correr.
Siempre la elige como lugar para las entrevistas.
- Sí, porque es donde estoy más a gusto y donde paso la mayor parte del
día. Es como si estuviera en casa. Es de las mejores de España y para entrenar
está muy bien. Nos haría falta todavía un módulo cubierto para el invierno y
nos dijeron que el proyecto está hecho, pero no se ha construido.
Eso le ayudaría muchísimo en sus entrenamientos.
- Pero no sólo a mí, sino a todos los que nos entrenamos aquí. En
invierno, si llueve, graniza o hiela, nos toca entrenarnos bajo cero por la
noche. Un módulo cubierto evitaría tanto lesiones como enfermedades y, además,
se puede hacer gimnasio dentro también. Y no sólo serviría para el atletismo,
sino para otras especialidades, como gimnasia o esgrima, por ejemplo.
Con el ‘boom’ de las carreras populares parece que se está
olvidando al atleta de pista.
- Con el auge de los ‘runners’ parece que pasar de ese punto a ver
competiciones de pista es un salto que nadie sabe unir. Los ‘runners’ van por
su cuenta y parece que no les gustan mucho las pruebas de pista, por eso hay
que buscar la forma de que se enlacen las dos.
Pero cuando se empieza, todos los atletas se inician en
campeonatos de base en las pistas.
- Todo el mundo hace pista, sobre todo cuando somos más pequeños. Pero la
gente la tiene un poco olvidada y, en unos Juegos, el atletismo se realiza en
la pista salvo por el maratón y la marcha.
Si se corre en Toledo el Promesa, no se le puede escapar.
- A ver si por presupuesto lo pueden hacer. Pero sería, en año olímpico,
un gran aliciente para lograr una buena marca en casa.
Uno de los grandes problemas que tienen ahora es dedicarse
por completo al atletismo, tanto si están estudiando como si trabajan.
- Vivir del atletismo es muy difícil, salvo que estés entre los mejores
del mundo. Porque te da para lo justo, cubrir gastos y la equipación que uses.
Después del Campeonato de España, espero que salga algún apoyo o alguna marca.
El hecho de no tener una dedicación exclusiva, ¿da más valor
a las medallas conseguidas por los toledanos en el Nacional?
- Es muy complicado compatibilizar estudios y entrenamientos, porque hay
veces que tienes exámenes y te toca quedarte por la noche estudiando, para
después entrenar y volver a estudiar... Al final hay que organizarse, no queda
otra. Lo mejor es el modelo de Estados Unidos, que te dejan ponerte los
horarios que mejor te vengan y facilitan las cosas.
Y estudia Administración y Dirección de Empresas porque en
el futuro le gustaría ser...
- Todavía no lo sé. Estudio esto porque me gustaba, igual que
Arquitectura o Ingeniería Aeronáutica. Cuando acabe esta carrera, si sigo
entrenándome, estudiaré otra para prepararme para el futuro.
¿Y cómo ve el futuro del atletismo toledano?
- Entreno aquí todos los días y en las escuelas del San Ildefonso y del
Club Atletismo Toledo veo más niños que nunca. No sé qué nivel tendrán, pero
cuantos más haya, más fácil será que salgan buenos.
A ellos les debe ayudar ver campeones de España a su lado.
- Cuando me dicen que me haga fotos con ellos siempre estoy dispuesto,
porque cuando era pequeño estaban Julio Rey y Fran García y me fijaba en ellos.
Sobre todo Fran era un referente en velocidad. A mí me hacía ilusión y a ellos
seguro que también. Igual que a mí me motivó Julio Rey cuando fue subcampeón
del Mundo, espero servirles de motivación a otros.
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