La cabecera está seca y con ello quieren que el Tajo desista y renuncie a su origen. Y es que, además de ser cierto que la cabecera no recibe las precipitaciones que el resto de España, no da tiempo a que los embases acumulen agua porque se trasvasa más deprisa y más cantidad de la que entra. Si a la cuenca del Tajo le quitamos su cabecera, el Tajo estaría incluso algo por encima de la media de reserva que el resto de ríos peninsulares. Y esa es una lectura que no debemos consentir que se haga si no es para otra cosa que para acabar de una vez por todas con los trasvases, no con su cabecera. Es una opinión.
Como eso no se dice -y existe voluntad manifiesta de no hacerlo- alguien tendremos que decirlo, repetirlo y continuar repitiéndolo. También es una opinión".
Alejandro
Cano
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