Raúl Granjo en el centro
(foto archivo de Raúl)
Vista la noticia en Atletismo Tembleque, atletismo toledano se ha puesto en contacto con el corredor de Fuensalida y esto es lo que nos cuenta:
"Había que correr casi un Km. de puro asfalto, hasta donde empezaba el verdadero cross, donde predominaba el barro, mucha agua y sobre todo las cuestas. Fue un cross un poco raro, porque no se podían usar zapatillas de clavos, siendo éstas muy útiles en la zona de barro. Ha sido un cross que ha estado muy bien. Desde el Km. 2, ya me fui solo hasta la meta."
Nota del autor de este blog: Esto que nos dice Raúl, me recuerda al Cross de Elgoibar a principios de los años 70. Ya ha llovido desde entonces y es que esta prueba a la que refiero, perdió todo su encanto y ahora es una más, al menos para mi. Se salía de un campo de fútbol con hierba, después se iba por una carretera, donde podías elegir entre el asfalto o la cuneta, luego pasabas por en medio de un fabrica, entrabas a la misma por una puerta y salías por otra, con una especie de túnel en medio de la misma. Después ibas paralelo a un vía de tren, bajabas unas escaleras y volvías a subirlas por otro lado, hasta que llegabas otra vez al asfalto y volvías de nuevo al campo de fútbol ¿A ver que zapatillas te ponías? De esto debe de acordarse nuestro campeón Fernando Fernández Gaitán, que se codeó con los mejores especialistas extranjeros de aquella época. Yo solo pude quedar en el puesto 19º la única vez que participé. El público pagaba por ver la prueba y las taquillas estaban en medio de las calles que conducían al estadio. Todo el mundo se "retrataba" y a todos los atletas les aplaudían por igual, ya fueran los primeros clasificados como a los últimos. Esta es mi "batallita" de hoy.
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