J.M. LOECHES EN LA TRIBUNA DE TOLEDO
Irene Sánchez-Escribano le pone un 8 a su temporada
La temporada 2023 ha traído la clasificación para los Juegos Olímpicos de París, aunque la toledana se pone como reto ser más solvente en 9:20 de cara al próximo año
Irene Sánchez-Escribano ya está de vacaciones. La toledana ha dado por cerrada la temporada después de participar en los 3.000 obstáculos del Campeonato del Mundo de Budapest, donde no logró su último objetivo de la temporada: estar por primera vez en una final, tras cuatro mundiales.
Pero la toledana sí que ha conseguido otros, y antes de lo previsto. Por eso se pone como nota un 8. El día 5 de julio paró el cronómetro en 9:20.04, su nueva mejor marca personal, un registro que, además, le valía para certificar su pase al citado Mundial y también a los próximos Juegos Olímpicos de París 2024. Como reconoció, sabía que podía moverse en ese tiempo, pero solo faltaba que sus piernas lo plasmaron.
Y lo hicieron en el Mitin Ciudad de Barcelona, con una carrera espectacular que permitió a la corredora del Adidas encarar el resto del verano sin tanta presión. Ya tenía en casa los dos billetes que quería. De una tacada.
A finales de mes, eso sí, se quedó con la miel en los labios. En Torrente (Valencia), Irene tenía el propósito de recuperar el trono nacional de los 3.000 obstáculos, para apoderarse de su séptimo oro en la distancia. Pero una espectacular Marta Serrano la privó de este objetivo. Solo le quedaba por abordar uno más, el de estar en una final de un Mundial. Sus piernas no aguantaron los últimos metros y volvió a quedarse fuera.
Este mal sabor de boca no empaña la calificación final. La toledana se da a sí misma un notable, siempre con el propósito de mejorar de cara al año que viene en cuanto a sus tiempos. Entiende que debe ser más solvente en torno a los 9 minutos y 20 segundos para dar un pasito más en cuanto a resultados.
En cualquier caso, es momento de descansar, porque entre el otoño y el invierno con el campo a través, la preparación de cara a la pista en primavera y los obstáculos en verano, a Irene Sánchez-Escribano apenas le quedan unas pocas semanas para descansar, recuperar y volver a los entrenamientos con la misma sonrisa. Esa que caracteriza a la toledana y que solo se tuerce en el esfuerzo extremo. 2024 trae un sueño roto. El de Tokio. Ahora será París. Tiene que ser olímpica.
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