11 de septiembre de 2018

MEDIO AMBIENTE.- Artículo del colectivo "La Verdad del Puy du Fou”: Zurraquín, y los paisajes protegidos que nos sobran, según los "Eruditos Locales", referente al proyecto francés





ZURRAQUÍN, Y LOS PAISAJES PROTEGIDOS QUE NOS SOBRAN SEGÚN LOS "ERUDITOS LOCALES"

En el artículo anterior os hablábamos del principio de no regresión ambiental, cuyo argumento central es que las administraciones públicas no tienen la potestad (no son competentes) para eliminar las protecciones ambientales que hubieran sido establecidas previamente para un suelo, por ejemplo con un plan urbanístico como era el POM 2007, si los valores que sirvieron para otorgar esas protecciones, no hubieran cambiado.
En el POM 2007 se protegieron algunos espacios, en concreto los terrenos ubicados al suroeste de la nueva circunvalación CM-40. Estos suelos se calificaron como Suelos No Urbanizables de Especial Protección, con varias categorías: ambiental, que afecta a los cauces fluviales de arroyos y ríos, y sus zonas de policía; forestal, que afectaba a las zonas de más densa masa vegetal; y paisajística. Aunque el intento de construir un parque temático afecta a los tres tipos de protecciones, la mayoría del parque afectaría a la protección paisajística.
Paisaje actual de Zurraquín donde se pretende instalar el Puy du Fou Toledo
Según el POM 2007 estos suelos se protegían “para preservarlos del proceso urbanizador”. En concreto, en referencia a la protección paisajística, se argumentaba que es un espacio muy poco habitado, exponente de la agricultura tradicional en mosaico, donde se encuentran mezclados terrenos de secano, con parcelas de vides, almendros u olivos, y manchas de dehesas.
Desde el primer momento, los promotores, y “los defensores” del parque, actuando en una perfecta coreografía, primero defendieron que esos suelos no estaban protegidos, aún cuando la empresa los habían recogido como protegidos en la primera memoria, en su consideración del escenario del POM 2007. Cuando el POM mencionado decayó, y entró en vigor en PGMOU 1986, se aferraron como a un clavo ardiendo a que, según dicho plan, el suelo de Zurraquín, no estaba protegido, sino que era suelo Rústico. Evidentemente a la empresa le interesaba este escenario, en el que las protecciones desaparecían por arte de magia. Nosotros dijimos que esto era imposible, y después de que ellos negaran por activa y por pasiva que el suelo estuviera protegido, no tuvieron más remedio que admitirlo, cuando el Ayuntamiento de Toledo les informó que el suelo debía ser considerado como protegido, según lo establecía el POM 2007, en base al principio de lo regresión ambiental. El paso siguiente fue descalificar el terreno, con el fin de conseguir una opinión pública favorable a sus intereses. Empresa y “eruditos locales”, en múltiples publirreportajes (que su dinero debe haber costado a la empresa), pasaron a denominar el paisaje como “secarral”, contaminado por fertilizantes, o un paisaje común y repetido en la ciudad. Se iniciaba así la paradoja de una empresa privada que, en lugar de dedicarse a cumplir los preceptos legales, como hacen todas las empresas, se dedica a publicitar su instalación, o a acusar a quien no está de acuerdo con ello, como de malos ciudadanos, apoyados, como decíamos por próceres de alcance local.
Paisaje actual de Puy du Fou Francia, en Les Epesses, y el profundo impacto que se
observa en relación al entorno agrícola, impacto que se quiere llevar a Toledo
Resulta curioso, y recomendamos a todo el que quiera, que lo lea, el informe que uno de los “eruditos locales”, Jesús Carrobles, ha redactado para la Sociedad Limitada Unipersonal Puy du Fou, y que forma parte de la documentación del segundo proyecto presentado por la empresa para la construcción del parque. “Los paisajes culturales de Zurraquín (Toledo). Evolución, caracterización y valoración" , es su título. En treinta y seis páginas, se desgrana la evolución histórica de los paisajes toledanos. Después de haber leído 33 páginas, cantando las virtudes de los paisajes, cualquiera se esperaría que defendiera su protección y, sin embargo, en las dos páginas finales se descuelga defendiendo que estos paisajes son el producto e innovaciones sufridas por estos espacios después de la guerra civil, con valor por ser Identificable y dotado de autenticidad, pero no es específico ni extraordinario. En, consecuencia, pasa a defender que los paisajes son una realidad viva, que incluso puede ser mejorada. Si fuéramos mal pensados creeríamos que el señor Carrobles ha hecho un popurrí o a recurrido a lo recogido en otras publicaciones en las que ha participado con otros autores, no sabemos si con su conocimiento o no, en las que se defienden a capa y espada la protección de estos paisajes, y le ha añadido la coletilla de las conclusiones, estas últimas, para contentar al Sr. De Villiers, vaya usted a saber por qué.