La negación es la clave del deseo. Si el ser humano tiene una debilidad esa es, sin duda, la negación. Basta que nos nieguen alguna cosa como para desearla con mucho más ímpetu y fuerza. Y basta que nos digan que no, como para que nosotros, los cabezones del mundo, nos tiremos a la piscina. La negación mueve las mas altas montañas y como aficionados al atletismo nos identificamos con quien injustamente la sufre, más en un deporte con superávit de pasión y escasez de recursos.