15 de diciembre de 2011

Vanessa Veiga (C.A. Adidas), entrevistada por Carlos Martín-Fuertes (*)

(foto: Ana Pérez Herrera)
 


“Seguro que Vanessa Veiga Comesaña (Gondomar, Pontevedra, 1979) no olvidará fácilmente la fecha del 11 de diciembre de 2011. El pasado domingo, en el II Maratón de Castellón, debutaba en la distancia con un doble objetivo: proclamarse campeona de España —la carrera era valedera para el título— y conseguir mínima para estar en los Juegos Olímpicos de Londres el próximo verano. Pues esta madre de tres hijos, afincada en Toledo, logró el doblete y paró el cronómetro en 2.32.57, más de un minuto por debajo de lo que le pedían para conseguir el pasaje a la ciudad del Big Ben.
 Al día siguiente, en la puerta del colegio público «Valparaíso», donde estudian sus hijos, Vanesa se encontró con dos carteles felicitándole y dándole la bienvenida «En este cole tenemos una mamá olímpica», reza uno. Ahora la esposa del plusmarquista nacional de Maratón, el toledano Julio Rey, ha aparcado las zapatillas por unos días mientras pasa horas y horas atendiendo a los medios de comunicación de toda España con los pies magullados y enjutos, resultado de la dura prueba.

¿Esperaba el triunfo y la mínima olímpica? 
—Sinceramente, sí. Fuimos positivos y pensamos mi suegro y entrenador, Julio Rey del Arco, y yo que era posible. Y llegó. Los casi cinco meses de preparación y los mil kilómetros de entrenamiento han servido para ello. Estamos todos muy contentos.

Supongo que en su nuevo club, Adidas, deben estar encantados. 
—Por supuesto. Se han portado bien, buscándome unas zapatillas para mis pies, pequeños, que no es fácil, y me la hicieron llegar diez días antes de la prueba. En principio, eran escépticos sobre mi rendimiento en la distancia porque era nueva para mí.

Estuvo a punto a punto de lesionarse seriamente durante la preparación. ¿Pensó que no podría correr en óptimas condiciones? 
—He hecho un entrenamiento un poco kamikaze, al límite, pero al final, después de un parón relativo, todo ha salido bien.

¿Cómo se sitúa en el ranking nacional permanente en maratón? 
—Es el mejor tiempo del año, en decimoséptimo lugar del ránking de todos los tiempos. El récord lo ostenta Ana Isabel Alonso, con 2.26.52. En Castellón lo que importaba era asegurarme la plaza para Londres. Ya habrá tiempo de intentar batir ese viejo récord de Alonso, por supuesto después de la Olimpiada.

¿A quién se lo dedica? 
—A las personas que me han hecho crecer como deportista. A Julio Rodríguez Granja por haberme inculcado la pasión por el deporte, por haberme hecho el camino más fácil; después a Alfonso Ortega, continuando la labor, y sobre todo a mi suegro y entrenador, Julio Rey del Arco, por haber peleado conmigo durante estos años.

Su esposo, Julio Rey de Paz, es el actual plusmarquista nacional de Maratón. ¿Ha pensado que usted también podría lograr lo mismo, con lo que se convertirían en un matrimonio singular? 
—Sí, podría ser. Para mí sería más gratificante poseer un récord nacional que ganar una medalla. Por la singularidad de nuestro caso, es un sueño que querría cumplir después de la Olimpiada y lucharé para conseguirlo. Lo prepararé Dios mediante.

¿Este título le abre las puertas de una ayuda más cuantiosa?
—Creo y espero que sí. Sé que estamos pasando un momento económico malo y muy complicado. Mantengo contactos con los responsables del Ayuntamiento y de la Dirección General de Deportes de la Junta, que quieren apostar por el deporte. Tengo la promesa firme de que desde el Ayuntamiento y desde la Junta de Comunidades me van a apoyar y ayudar para representar a Castilla-La Mancha en la Olimpiada y en acontecimientos internacionales venideros”.

(*) Entrevista publicada en las páginas de ABC Toledo hoy miércoles 14/12/2011