Adjuntamos un artículo redactado y publicado para el periódico VECINOS de la A.VV. El Tajo que hoy, día 19, comentaremos en la concentración habitual en el Mirador de La Cava, junto al puente de San Martín a las 20:00 horas.
Alejandro Cano Saavedra - Plataforma de Toledo en Defensa del Tajo
Los meses de
julio, y sobre todo de agosto, suelen ser los más limpios para el Tajo en
Toledo, aunque pueda parecer lo contrario. Son los meses en que Madrid se va de
vacaciones y sus industrias paran o reducen su actividad. Eso significa que “se
tira menos de la cadena”, la carga de contaminación que llega a las depuradoras
es mucho menor, éstas funcionan mejor y, consecuentemente, los cauces de los
ríos Manzanares y Jarama reciben las aguas de depuración en mejores condiciones
para que los procesos naturales de degradación y oxidación del agua vertida faciliten
la renovación del agua, discurriendo y fluyendo como torrente fluvial.
Desde hace
dos o tres años, ni siquiera en verano la contaminación del Tajo aparenta
reducirse. Al contrario, este verano empezamos a ver en junio enormes masas de
agua verdes por el efecto combinado de altas temperaturas, caudal muy
estancado, gran cantidad de materia orgánica y proliferación de algas. Son los
ingredientes para que cuaje una buena y desgraciada mortandad de peces. Durante
los meses siguientes de julio y agosto el río a su paso por Toledo ha
presentado todos los días una estampa verdaderamente deplorable y vergonzosa
con todos los matices, texturas y colores propios de una gigantesca cloaca
donde la saturación de porquería hacía presencia en forma de espesas papillas
flotando día y noche sobre el lecho del río. Y así todos los días del verano.