8 de septiembre de 2015

MEDIO AMBIENTE: Las verdaderas mentiras del trasvase Tajo-Segura según Acuademia.com


Por: Trasiego. Domingo, 6 de septiembre de 2015

En la polémica surgida/retomada en los últimos meses alrededor del Trasvase Tajo-Segura, en las declaraciones de los responsables políticos y en los medios de comunicación se presentan por parte de los intereses del Sureste cifras que se alejan velozmente de la realidad con la clara finalidad de defender posiciones pro domo súa . Las líneas que siguen pretender ser un primer intento de desmontar algunas de las falacias que se suelen exponer.

Primera mentira verdadera: los recursos de agua de la cabecera del Tajo

El Anteproyecto del Trasvase de 1967 pretendía trasvasar 1000 hm³ anuales desde los embalses de la cabecera del Tajo (Entrepeñas y Buendía) hacia el Sureste, Murcia principalmente, Alicante y en mucha menor medida Almería. Ante todo, hay que situar el proyecto en su época, cuyos objetivos económicos aún se centraban en el desarrollo agrario. Situación muy alejada del marco socioeconómico actual dominado por los servicios, las finanzas, el ladrillo, el turismo y  la producción industrial. Sin embargo no se han revisado los presupuestos agraristas de partida del Trasvase, cuando España dejó hace ya muchas décadas su condición agraria.

En la tramitación de la primera ley del Trasvase en 1971,  los legisladores corrigieron la euforia de los técnicos sobre los recursos disponibles, rebajando a un máximo de 600 hm³ anuales la cantidad a trasvasar “en una primera fase”. La realidad se encargó pronto de poner de manifiesto  los sueños aberrantes de la razón técnica, pues desde la puesta en marcha del acueducto en 1980 (hace 36 años) la media que se ha podido trasvasar ha sido de unos 300 hm³ anuales puestos en destino. Las aportaciones a los embalses de la cabecera del Tajo han sido la mitad de los previstos en el Anteproyecto y siguen descendiendo.

El gran fiasco en las previsiones técnicas de recursos disponibles ni se ha reconocido ni se ha corregido. Al contrario, se intenta esconder el gran fallo de previsión promulgando leyes y normas, como ha sido el caso del memorándum de Cañete, con la ilusa pretensión de sojuzgar a la naturaleza dictándole lo que tiene que llover. Para la elaboración de las normas del Trasvase se han torturado los datos y las posibilidades hasta hacerles confesar lo que se deseaba de antemano. La madre naturaleza se ha encargado, a las primeras de cambio, de tirar por el suelo el castillo de naipes de las alegres previsiones, situándonos ante la verdadera realidad. Lo que se trataba con el memorándum, lisa y llanamente, era saquear los recursos del Tajo y burlar a los regantes del Sureste, mediante engañabobos tales como “asegurar garantías” (¿de dónde?, ¿cómo si no hay agua?). Aquellos polvos desmesurados de las previsiones hidrológicas han traído los lodos de las sucesivas “guerras del agua” que se vienen manifestando desde 1980 y se agravan ante cada situación de sequía, situación cada vez más frecuente.

MEDIO AMBIENTE: El fin del Tajo como un ecosistema vivo por Diario de Castilla-La Mancha.es


"No se trata ahora de políticos, ni del gobierno de Castilla-La Mancha, ni siquiera de los perjudicados directos que defienden legítimamente al Río Tajo. Dos Universidades, Zaragoza y Castilla-La Mancha, con el apoyo de la Fundación "Nueva Cultura del Agua" han culminado en Toledo un curso de verano y una de sus conclusiones es que la situación del Tajo es insostenible debido esencialmente a los trasvases a la cuenca del Segura. Se trata de un curso de "Gestión y Planificación del agua en la Cuenca del Tajo", en el que han participado alumnos de distintas comunidades españolas, Paraguay y México. Estas son algunas de sus conclusiones:

"Complementando clases teóricas con salidas de campo, los participantes en el curso de verano pudieron constatar el pésimo estado ecológico del eje central del río. El Tajo se ve sometido a diversas presiones que impiden su correcto funcionamiento como ecosistema fluvial: la derivación de hasta el 80% de los caudales de la cabecera del Tajo desde los embalses de Entrepeñas y Buendía hacia la cuenca del Segura a través del Acueducto Tajo-Segura; los vertidos de aguas residuales de los 6,5 millones de habitantes de la Comunidad de Madrid que llegan al cauce central del Tajo a través del Jarama, aguas abajo de Aranjuez y las múltiples infraestructuras hidráulicas que impiden la libre circulación del agua a lo largo de la cuenca.