21 de febrero de 2019

MEDIO AMBIENTE: Denunciadas las obras del Puy du Fou por Ecologistas en Acción Toledo por extracción ilegal de agua e incumplimiento de la declaración de impacto ambiental

Tractor cuba por la vía de servicio de la CM40
Tractor cuba accediendo a la finca donde se sitúa el pozo
Tractor cuba extrayendo el agua del pozo

Ecologistas en Acción de Toledo ha presentado sendas denuncias ante la Viceconsejería de Medio Ambiente de Castilla-La Mancha y ante la Confederación Hidrográfica del Tajo por ilegalidades cometidas en la ejecución de las obras del parque temático Puy du Fou en Toledo.

Las denuncias, fechadas respectivamente el 20 y 21 de febrero, tienen su origen en la extracción y uso de aguas de la cuenca del Tajo para distintas tareas que se están llevando a cabo dentro del proyecto de ejecución del parque temático.

Los hechos han quedado acreditados por un testigo presencial de los hechos, miembro de Ecologistas en Acción de Toledo. En la tarde del 19 de febrero vio cómo un tractor con una cuba que salía del recinto de las obras del Puy du Fou se dirigía por la vía de servicio de la CM-40 y luego por la carretera CM 401 dirección Polán hasta acceder a una finca dentro de la zona conocida como Dehesa Matamoros. El tractor maniobró para situar la cuba y mediante el uso de una manga y de una bomba extraer agua de un pozo muy cercano a la carretera. Toda la escena ha sido registrada fotográficamente.

De inmediato se pusieron los hechos en conocimiento del Cuerpo de Agentes Medioambientales de Toledo, personándose a los pocos minutos un agente que se encontraba de guardia al que se le comunicó lo que ocurría y que procedió a realizar la correspondiente acta de denuncia.

También los hechos han sido comunicados a la guardería fluvial y a la Comisaría de Aguas de la Confederación del Tajo.

MEDIO AMBIENTE: Mil nuevos vecinos para el casco histórico de Toledo por Juan Sánchez Sánchez

Juan Sánchez Sánchez
[Foto tomada de su Facebook]

Mil nuevos vecinos para el casco histórico de Toledo

No voy a hacer un estudio demográfico sobre Toledo y singularmente sobre su casco histórico. Basta con resaltar una evidencia: el corazón de Toledo, el casco histórico situado en el interior del recinto amurallado, ha perdido progresivamente población. El padrón municipal de 2017 recoge 10.400 vecinos, del total de 83.972 que tenía en ese año la ciudad. Apenas un 12%. Los expertos dicen que además esa cifra no es real: que hay personas empadronadas que no viven en el casco y hay otros que tienen vivienda en el casco y están empadronados pero su residencia habitual es otra, en cualquier otro barrio de Toledo o incluso fuera de nuestra ciudad. Los más pesimistas llegan a decir que en nuestro casco apenas residimos ocho mil o incluso menos vecinos.

[Foto: atletismo toledano]

No hace falta recordar por qué hemos llegado a esta situación. Lo ha explicado recientemente Tomás Marín en su estudio “Población y vivienda en el casco histórico”, uno de los magníficos trabajos que integran el libro Casco Histórico de Toledo. Construir la convivencia (Editorial Toletum revolutum, 2018), que recomiendo leer vivamente. Y también historiadores como Fernando Martínez Gil y geógrafos como Antonio Zárate en numerosos trabajos científicos.  Aquellas oleadas de  ciudadanos que vinieron a Toledo, en parte al casco, cuando Toledo se convirtió en capitalidad regional, cesaron. Luego, la inmigración extranjera que llegó a la ciudad y que en buena medida se asentó en el casco por la disponibilidad de viviendas vacías y con menor costo de alquiler. Ambas repoblaciones terminaron e incluso se fueron revirtiendo.  Paralelamente, el lento pero continuado exilio de toledanos a otros barrios o a localidades próximas buscando mejores condiciones en las viviendas, precios más económicos, mejores servicios públicos y comerciales y menores problemas a la hora de vivir. Y una desgracia añadida: tenemos unas autoridades municipales que no dudan en expresar que la gente no quiere vivir en el casco, por sus incomodidades. Presumen de casco, de su maravilloso patrimonio histórico-artístico, programan espectáculos de luz y sonido en sus monumentos, algunos eventos culturales…Pero vivir en el casco…. Predican con su propio ejemplo. En 2015 propuse, sin ningún éxito, que se iniciase una campaña para atraer nuevos vecinos al casco, que se titulase algo así: “Toledano, ¡ven a vivir al casco!”, poniendo en marcha, claro, determinados beneficios para estimular el retorno al casco. Pero, con honrosas excepciones, los  miembros de la Corporación Municipal viven extramuros, en los nuevos barrios y justifican el lento declive en las dificultades urbanísticas y de todo tipo del casco histórico. Pero continuamente se les llena la boca de que Toledo está lleno, más vivo y precioso que nunca….Porque se está cumpliendo lo que diversos expertos anunciaron hace décadas: Toledo se convierte en un parque temático.

MEDIO AMBIENTE: Nubarrones de tormenta sobre La Peraleda por Antonio Zarate Martín en ABC Toledo

Antonio Zárate Martín
[Foto tomada de su Facebook]

Introducción de Antonio Zárate Martín en su Facebook:

Sería deseable que el Ayuntamiento y los diferentes grupos políticos tuvieran en cuenta opiniones que consideran prioritaria la conservación de los valores patrimoniales, ambientales y de paisaje de La Peraleda. No hay razón alguna que justifique su transformación en un nuevo barrio de 5300 viviendas y unos 11.304 habitantes, más de los contemplados por el POM de 2007, y menos cuando la ciudad tiene un escaso crecimiento demográfico, la demanda de vivienda nueva es débil, más del 10 % de las viviendas están vacías y no existen políticas activas que favorezcan la recuperación de población del centro histórico y su revitalización funcional.
Vista de Toledo desde La Peraleda
ABC TOLEDO (20/02/2019):
«No es fácil justificar un nuevo barrio aquí cuando aún existe suelo para usos residenciales en La Legua, Valparaiso, Tres Culturas, San Bernardo o Montesión»

Hace pocos días en la SER, el concejal de urbanismo del Ayuntamiento invitaba a participar en una «lluvia de ideas» sobre la próxima urbanización de La Peraleda, avanzando la intervención de «urbanistas» de prestigio para no ser menos que los gestores de cualquier otro ayuntamiento en busca de edulcorar propuestas de intervención casi siempre especuladoras, cuando no despilfarradoras, como sucede con los artefactos arquitectónicos que ornan nuestras ciudades y que en Toledo están bien representados con el «Toletum» y el «Quixote Crea», monumentos a la inutilidad, y en el segundo caso, desprecio también al paisaje y a los valores del patrimonio.