12 de diciembre de 2011

HACIENDO HONOR por Carlos Martín-Fuertes (*)


"Como les he dicho en alguna ocasión, a los que escribimos comentarios de opinión, columnas, etc, con frecuencia, el asunto que tratamos se queda algo añejo. Es el caso esta semana, pero ya se sabe, “más vale tarde que nunca”. Y a ello voy. Sitúense en primer lugar, en el título genérico de la columna, con el Tajo por testigo. 

 Pues bien, el pasado 27 de noviembre, en Safont, lugar muy conocido por la mayoría de los toledanos, aunque no por causas positivas, se celebró una carrera de campo a través organizada por el CCM- Club Atletismo Toledo, uno de los de mayor prestigio, seriedad y solera de toda España. Club hecho con pocos mimbres, pero de mucha calidad, que no  se amedrentan ante las dificultades y organizaron una carrera a escala nacional, donde nos visitaron más de mil atletas venidos de toda la geografía española. 

Safont, las antiguas huertas cultivadas por Domingo, Mariano, Ezequiel Labrado, donde muchos disfrutamos de chavales bañándonos en el río más largo de España; donde robábamos fruta con nocturnidad y alevosía, donde dábamos nuestras primeras caladas a los pitillos y flirteábamos con las chicas del barrio, era testigo de una de las mejores pruebas no profesionales del calendario nacional de campo a través. Un enorme acierto por tercer año consecutivo que se celebre allí, después de peregrinar por la Fábrica de Armas, Polígono, Pinos de la carretera de Madrid, Parque de las Tres Culturas. Safont, con una panorámica inigualable, con el recuerdo, con la nostalgia, con infraestructura adecuada para desarrollar tal evento deportivo.

 Cuando los autobuses se habían ido a sus lugares de procedencia, media docena de abnegados voluntarios desmontaban el escenario y se iban a casa casi de noche. Constituyen una especie a extinguir estos entusiastas del CCM-CAT que merecen todo el respeto y apoyo de las instituciones y de los aficionados. Aunque estemos en precario no podemos dejar tirados a 300 niños de la capital y otros muchos de fuera que no saben ni entienden  quiénes son los culpables de la crisis y por qué. Casi mejor que lo ignoren de momento. Son muy jóvenes algunos. Si el Tajo no es apto para el baño, al menos que sirvan los alrededores para hacer deporte. El ambiente allí vivido era auténtico, fraternal, espontáneo y no casual. Los responsables de ello lo llevan currando varios décadas y por la cara. Inusual en los tiempos que corren. Que se sepa y se valore donde tiene que hacerse. A cada uno lo suyo".

(*) De Carlos Martín-Fuertes García y publicado ayer domingo en La Tribuna de Toledo en la sección "Desde el Tajo".