Juan Javier López-Rey Salas en acción |
Juan
Javier López-Rey Salas, finisher del Ultraman de Almagro. Primer Ultraman en territorio español (11,12 y 13 de septiembre de 2015 en Almagro, provincia de Ciudad Real).
Aunque han pasado ya unas semanas, merece la pena conocer esta historia de uno de sus sueños cumplidos. Natural y vecino de Los Yébenes, este atleta popular comenta para este blog de atletismo toledano:
'Empecé
a correr en el 2010 apuntándome al Maratón de Madrid, donde experimenté
sensaciones nuevas para mi, sensaciones que me cautivaron.
En
el año 2012 un amigo me apuntó a nuestra primera duatlón y ese mismo verano,
debuté en mi primer triatlón que fue un medio ironman cross. Las 22 Leguas Canal
de Castilla. Luego vinieron varios triatlones y carreras populares hasta que en
el 2014 disputé el Ironman de Gandía. Lo vi llanito y dije: Y quien dijo miedo,
jejeje.! Lo acabé en 11 horas y 5 minutos y muy contento, tanto que me empecé a plantear
hacer un Ultraman en Gales o Canadá, que era donde podía optar.
Y
mira tu por donde, Trijote Series saca en marzo de este año el Ultraman de
Almagro, y animado por los amigos, sin pensarlo mucho, me apunto.
Cojo una cartulina, diseño un plan aproximado de entrenamiento de 25 semanas y
dije: “empieza otro sueño”.
Primer día: 10 Kms. de Natación y 145 de Ciclismo
Primer día: 10 Kms. de Natación y 145 de Ciclismo
Ya una vez en el 2014, nadé 10 km en
la Ría de Vigo en el Desafío Islas Cíes. Con algo de respeto empecé a nadar en
el Río Bullaque (Piedrabuena), pero conforme avanzaba, se fue disipando el
miedo. Cada vuelta era de 2km, salía a tierra, repartía abrazos, bebía sales y
glucosas y al agua. Total 3h y 31'.
A continuación, tras quitarme el
neopreno y avituallarme un poco, mi equipo de apoyo y yo nos lanzamos a la
carretera en segunda posición (de 5 participantes) a por los 145 km de bici.
Ellos llevaban la ruta en el coche,
orientando mi camino. Me avituallaban y me daban ánimos. Y Llegamos a Almagro
después de un total de 9 horas y poco, en cuarta posición, la que sería a la
postre mi posición definitiva.
Segundo día: 276 Kms. de Ciclismo
Esto sí que da miedo”, pensaba, sobre
todo porque tienes 12 horas para terminar, 4100 m de desnivel y nunca había
hecho más de 182 km de bici.
Aquí llegué al límite de mis fuerzas
mentales varias veces porque las físicas se agotaron en el km 120. Sólo tiraba
gracias a los ánimos de Abel y Vero, a mi compromiso con ellos por no
defraudarlos. También me transmitían los ánimos de familia y amigos que venían
por teléfono del exterior.
Llegó un momento, debido a la dureza del perfil en el cual estaba fuera de tiempo ya que con esa velocidad media no llegaba a Almagro en 12 horas que era el límite.
Llegó un momento, debido a la dureza del perfil en el cual estaba fuera de tiempo ya que con esa velocidad media no llegaba a Almagro en 12 horas que era el límite.
Replanteamos el objetivo y pensamos
de momento en terminar y así seguí pedaleando a ver qué pasaba. El perfil, el
viento y la nueva incorporación de Rubén e Isamar al equipo de apoyo mejoraron
sobre todo mi estado de ánimo, volviendo a encontrar fuerzas.
Apreté los dientes y llegué a Almagro
gritando por las calles con mis dos coches de apoyo. Bajé de la bicicleta
y entré con ella a cuestas en la meta en algo más de 11 h y media.
Madre mía qué paliza. Esa noche no
podía ni cenar del cansancio. Vero me sujetaba el hielo en una rodilla que me
dolía mucho mientras yo cenaba a duras penas.
Tercer día: 84 Kms. de Carrera a Pie (2 maratones)
Estaba deseando que llegara este día
pero bajaba la escalera cojeando por la rodilla y dije a Abel, no sé si este
dolor me dejará correr o irá a más. El dijo, tranquilo, cuando calientes se
pasará. Y así fue, conforme pasaban los kilómetros el dolor se iba
quitando. Fui corriendo con Abel al lado en bici de montaña acarreando el
avituallamiento.
Más tarde Vero subió a la bici y Abel
continuó corriendo hasta que la bici pinchó y no teníamos el repuesto
apropiado por lo que hubo que cargar con ella del manillar algunos kilómetros.
Tras poner cámara nueva, llegamos a
Almagro haciendo la primera maratón en 5:03, y al poco nuevo pinchazo en la
otra rueda. Otra vez lo mismo.
En el km 50 llegó Rubén Privado y me
acompañó a pie y llevó el agua a cuestas otros cuantos km.
Km 58 carrera a pie: “¿Por qué hago esto, qué necesidad
tengo de estar aquí sufriendo y pasándolo mal?, esto la gente no lo entiende,
¿tú lo entiendes?, arrrggg!
Es difícil de explicar, pero ¡mira
macho!, los pelos de punta, ¡qué emoción!
A veces me gustaría explicar a la
gente lo que supone hacer esto para que lo comprendiesen.
Hacer algo tan duro te hace mejor
persona, te hace valorar más las cosas, te hace disfrutar de todo un poco más,
y hace que veas la vida desde un punto de vista mejor.
¡Dios, vamos, venga!
¿Y por qué no lo cuentas? (decía
Rubén).
Así estuvimos un rato los dos a solas
con este lío.
Ya cuando quedaban 12 km, relevaron a
Rubén, Abel y Vero, los dos a pie. Con ellos compartí estos últimos km. En
Almagro me esperaba mi familia. Llegamos en 10 horas y media.
Tiempo total (515 kms.): 31 horas y 6 minutos.
La emoción es indescriptible. Es un
esfuerzo inmenso pero la recompensa es mucho mayor.
Gracias al cielo por poder realizarlo
y sentir estas cosas.
Gracias a mi equipo de apoyo sin el
cual no hubiera podido terminar la prueba.
Gracias a mi madre por su cocina
mediterránea y por todo lo demás.
(Montaje de vídeo de la prueba.
Visitando Facebook: Juan-Javier López-Rey Salas).
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