NOTA DE PRENSA
El 26 de septiembre se convocan actos de protesta en Toledo
Toledo, 31 de agosto de 2015.- La Plataforma de Toledo en
Defensa del Tajo manifiesta su más enérgica repulsa porque, como cabía esperar,
las nuevas medidas de gestión puestas en marcha con motivo del plan de cuenca
aprobado en 2014 y del Memorándum Tajo-Segura incorporado a la Ley de
Evaluación Ambiental no han servido más que para expoliar hasta la extenuación
los recursos hídricos de la cabecera del Tajo, sometiendo a un abandono mayor a
sus poblaciones ribereñas en beneficio de actividades económicas y especulativas
radicadas en cuencas ajenas. Asimismo, manifiesta su solidaridad y adhesión a
los actos de protesta y repulsa que durante este verano se están produciendo en
el entorno de Entrepeñas y Buendía.
Ante este permanente y creciente estado de indignación, la
Plataforma de Toledo en Defensa del Tajo
convocará actos de protesta para el día 26 de septiembre, fecha en que
esperamos que otros grupos y colectivos de la cuenca convoquen acciones
similares en diferentes lugares manifestando nuestra repulsa a las continuas
agresiones al Tajo y nuestra solidaridad con los municipios ribereños de
Entrepeñas y Buendía.
Sólo quienes han colonizado los recursos hídricos de cuencas
ajenas han hablado de guerra del agua cuando, por imperativo de la Naturaleza,
han visto amenazadas sus expectativas de conseguir más agua al tiempo que los
colonizados manifestaban sus protestas por tales atropellos y expolios. Fueron
aquellos quienes, parasitando los órganos administrativos y de gobierno que
tienen poder decisorio, dieron por terminada esa guerra imaginaria cuando
hicieron prevalecer burlescamente unos derechos inexistentes sobre los recursos
hídricos del Tajo.
Sin embargo, la tozuda realidad está poniendo de manifiesto
que la nueva legislación no sólo no resuelve los problemas sino que los agudiza
privando a la cuenca cedente del más elemental abastecimiento en el mismo
entorno donde se trasvasa agua casi regalada a otras cuencas, mediante
subvenciones, para usos mucho menos prioritarios. Estamos asistiendo al premeditado
y diabólico plan por el que a la cuenca del Tajo se le amputan los primeros
7.500 km2. de su cuenca para coserlos a la del Segura, condenando a sus
habitantes al subdesarrollo y al éxodo.
Pero además, las nefastas consecuencias de los trasvases no
sólo tienen reflejo en las poblaciones ribereñas de la cabecera sino que se
dejan sentir de múltiples maneras en toda la cuenca del Tajo asistiendo a un
empobrecimiento del que sacan tajada
quienes se benefician de los trasvases. El abandono de pastos y cultivos
por falta de agua por debajo de Bolarque, de gran fertilidad y provecho en otro
tiempo, está sirviendo de justificación para crear especulativos bancos de
derechos de agua con los que se presiona y estrangula todavía más a la cuenca
del Tajo con el objetivo de otorgar más
agua trasvasada desde la cabecera a cuenta de las concesiones que no se usan
aguas abajo. Tales son los casos de Estremera y Aranjuez y tal es la
arbitrariedad, que este mercadeo se ha incorporado a la mencionada Ley de
Evaluación Ambiental con rango superior
al del propio plan de cuenca. Así, el tramo medio del Tajo queda marcado
por la escasez permanente de agua natural durante todo el año, condicionando su
aprovechamiento y la existencia misma a todas las poblaciones ribereñas -sean
éstas humanas, piscícolas, vegetales o de cualquier nicho biológico asociado al
agua- impidiendo la existencia
hidrogeológica de dinámica fluvial que representa el verdadero pulso de un río
ibérico vivo.
Aguas abajo de la provincia de Toledo los problemas son
otros, aunque con el denominador común de la apropiación del río que impide la
existencia de éste como tal. No obstante, hay que recordar que en Portugal se
han hecho sentir las consecuencias del Trasvase Tajo-Segura, dándose la
circunstancia de que España apenas cumple los mínimos caudales estipulados en
el Convenio de Albufeira e incluso los
incumple llegando a faltar la misma cantidad de agua que se va por el trasvase.
Irremediablemente la gestión que se hace en la parte alta de
una cuenca condiciona la gestión y los usos en el resto. Una de las patas de la
gestión del Tajo es la de alimentar a toda costa el Trasvase Tajo-Segura. Para
ello, el nuevo plan de cuenca 2015-2021 mantiene la construcción de una
infraestructura que trasvase en invierno las aguas sucias del Jarama al
Algodor, almacenándola en el embalse de Finisterre para luego soltarla en
verano al Tajo, ya que las detracciones del Tajo al Segura dejarían el cauce
seco en Toledo. Con ello se pone de manifiesto que una obra innecesaria e inadecuada,
como fue la construcción de ese embalse en compensación por el Trasvase
Tajo-Segura, se convierte a la postre en una obra para facilitar y favorecer
los intereses trasvasistas.
¡Vida al Tajo. Trasvases, no!
MÁS INFORMACIÓN
Alejandro Cano – 699 49 72 12
No hay comentarios:
Publicar un comentario